Las 'visitas' diarias de un oso a una cuadra del alto Sil

Las localidades del alto Sil y de Laciana llevan una temporada en alerta por la presencia de osos en los mismos núcleos de población. En esta ocasión, han denunciado que un plantígrado de gran tamaño ‘visita’ desde hace varios días una cuadra de la localidad de Cuevas del Sil, en el municipio de Palacios del Sil. Lucía Núñez, su titular, tiene una explotación de vacuno junto a algunos ejemplares de ovino y equino. En el edificio al que ha entrado el oso ya en varias ocasiones, se encuentran varios terneros y perros, a los que por el momento «no ha atacado» el animal.

Lucía cuenta que un día entró por una ventana que encontró abierta, al siguiente «rompió el cristal y volvió a entrar» y han optado ya por poner rejas para evitar que siga accediendo a la cuadra, donde han detectado que come pienso de una saca que tienen para alimentar al ganado. A través de una cámara instalada para poder comprobar desde casa lo que sucede en la cuadra, por ejemplo si se pone de parto una vaca y tienen que asistirla, han comprobado la presencia del oso, como se puede ver en la imagen.

«Está viniendo todos los días», asegura Lucía Núñez. En su última visita y tras encontrarse con las rejas accedió a través de una puerta también de cristal para seguir comiendo pienso. Por el momento no ha atacado al ganado pero acaban de meter animales pequeños «y no se sabe», por lo que asegura que «tenemos miedo» de lo que pueda pasar. «Hemos avisado para que vigilen o le espanten y tenemos miedo a que nos mate a los animales», porque «no es el daño que pueda hacer rompiéndonos las puertas o las ventanas», lo que no quieren que ocurra es que acabe atacando al ganado, su medio de vida.

Tanto en Cuevas del Sil «como en Tejedo o Villarino», pueblos cercanos, se ha detectado presencia de osos en el núcleo urbano recientemente. «Se está notando mucho, antes no se veían nunca y ahora andan como Pedro por su casa», asegura Lucía contando que en otros pueblos también ha entrado en huertas o se ha paseado por las calles. Esta presencia mantiene atemorizados a los vecinos de la zona. «Lo único que queremos es que lo quiten de aquí, que lo espanten o que lo vigilen», pide Lucía a los responsables de su conservación, «a mí no me molesta que haya osos, pero mientras no hagan daño».