Un año más, el tradicional desfile de Carnaval subió la temperatura en una fría tarde de sábado donde los colores, las risas y la felicidad inundaron las calles de León. La mañana arrancó con cuatro charangas que recorrieron los barrios de la ciudad siguiendo el ritmo de sus trompetas y tambores con paradas en las zonas más concurridas para animar el ambiente e invitar a los más atrevidos a marcarse un bailecito.
A las 18.30 horas de la tarde, el Carnaval reunió a miles de personas y repartió alegría fiestera entre los leoneses. Seis agrupaciones de León, diez carrozas, ocho charangas y una amplia representación de los Antruejos de la provincia caminaron al compás de la música desde el paseo de Papalaguinda hasta el Palacio de Exposiciones.
Mujeres, hombres, niñas y niños de todas las edades transitaron por la glorieta de Guzmán el Bueno, la Avenida Ordoño II, la plaza de Santo Domingo, la Gran Vía de San Marcos, la plaza de la Inmaculada, la avenida Roma y la avenida Palencia hasta la calle Gómez Salazar, entreteniendo a los miles de espectadores y curiosos que no se quisieron perder el arranque de la fiesta más colorida del año.
Aunque la noche cubrió el cielo a las siete de la tarde, las costureras, los buzos, las moscas, los adivinos y demás disfraces iluminaron la ciudad con sus vestidos, linternas y su ilusión para recordarnos que no hay que llorar, que la vida es un Carnaval y que las penas se van cantando.