Castilla y León registró cinco trabajadores autónomos fallecidos durante la jornada laboral a lo largo del 2024 con un total de 1.962 accidentes laborales, lo que supone una bajada del 7,49 por ciento en comparación con 2023 (2.121), año en el que se contabilizaron siete muertos, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y recogidos por la Agencia Ical.
En el conjunto del país se produjeron un global de 30.668 accidentes, un 5,15 por ciento menos, que desencadenaron en 61 fallecidos en la jornada laboral, a mayores de otros cinco más durante el traslado al punto de trabajo, mientras que en la Comunidad hubo dos autónomos muertos in itinere.
Por tipologías, los 1.962 accidentes laborales ocurridos en Castilla y León se clasificaron en 1.908 leves, mientras que los 49 restantes fueron graves, donde León fue la provincia que mayor número registró, con 368, siendo además una de las únicas cuatro que sufrió un fallecido.
A la contra, Soria fue aquella que menos accidentes contabilizó, con 75, pero murieron dos trabajadores autónomos.
Ante estos datos, el secretario general de ATA y responsable del área de prevención de riesgos laborales, José Luis Perea, afirmó que, a pesar de la “leve bajada” en el número de accidentes laborales en el colectivo de autónomos, las cifras "siguen siendo cifras inasumibles”.
Aseguró que “hay una dejación total por parte de la administración pública, en los distintos niveles, de velar por que las condiciones en las que trabajan los autónomos sean condiciones saludables y seguras”, al recordar que "no hay planes, no hay programas de proyectos que fomenten la cultura preventiva y no hay políticas de prevención que desarrollen esta cultura preventiva en nuestro colectivo”, lamentó.
“Falta aún mucho por hacer si queremos que mejoren las cifras de siniestralidad en el colectivo de los trabajadores autónomos", concluyó José Luis Perea.