Las bajas laborales tramitadas durante el pasado año se redujeron en la provincia leonesa un 35,8 por ciento respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, su cifra se mantuvo entre las más altas de Castilla y León. Se registraron 42.114 (24.601 de mujeres y 17.513 de hombres), lo que deja una media al mes de 3.510, según se refleja en la estadística sobre incapacidad temporal en Castilla y León elaborada por la Consejería de Sanidad de la Junta. En el total, solo dos provincias superan a la leonesa en número: Valladolid y Burgos, con 73.771 y 55.182 respectivamente y con medias mensuales de 6.148 y 4.599. A mucha más distancia están las 25.816 de Salamanca, las 21.233 de Palencia o las 17.789 de Segovia. Por su parte, los tres últimos puestos de la tabla son para Ávila, con 14.563; Zamora, con 13.704 y Soria, con 11.804.
León, a la cabeza
Si lo que se compara es el tiempo medio de duración de estas incapacidades temporales para desempeñar el trabajo, la provincia leonesa sí que se sitúa a la cabeza. En ella estas se prolongaron una media de 73,72 días, una cifra alejada de los resultados de otras provincias de Castilla y León como Salamanca, 55,08; Zamora, 54,21; Ávila, 54,30 o Palencia, 50,36. Por detrás está Valladolid, 42,16; Segovia, 41,84; Burgos, 39,85 y Soria, 37,17.
Esos 73,72 días de media de baja de la provincia leonesa son el dato más elevado en León desde el año 2020, según el informe de la Consejería de Sanidad de la Junta. En los tres ejercicios anteriores este tiempo se elevó: fue de 75,16 días en 2017; 73,86 en 2018 y 73,98 en 2019. Además, cabe destacar que en ninguna otra provincia de Castilla y León se alcanzaron los 70 días de media en 17 años.
El estudio ofrece más información sobre estas bajas por incapacidad temporal, como cuáles son los grupos diagnósticos en los que se recogen los diez procesos más frecuentes, aunque en este caso la tipología no se facilita de forma diferenciada en función de las provincias. De mayor a menor figuran las dorsalgias o dolores entre la zona torácica y la región lumbar, normalmente causados por malas posturas; las gastroenteritis y colitis no infecciosas y las no especificadas y los trastornos de ansiedad. El cuarto lugar es para lo que han llamado «casos de emergencia» y el quinto y sexto para trastornos de articulación no clasificados bajo otro concepto y trastornos respiratorios. Inmediatamente después estarían las infecciones agudas del tracto respiratorio superior de localización múltiple o no especificada; las infecciones virales de localización no especificada; las nasofaringitis agudas (resfriado común) y, por último, las gripes debidas a un virus de la gripe no identificado.