La población de otras nacionalidades distintas a la española sigue consolidándose como un pequeño bastión a la hora de paliar de alguna manera la sangría demográfica y el envejecimiento de la población que padece la provincia de León.
Así lo atestiguan las estadísticas oficiales, que no ponen fin a la pérdida generalizada de integrantes del padrón –debido fundamentalmente al crecimiento vegetativo negativo, porque se siguen registrando muchas más muertes que nacimientos– al mismo tiempo que reflejan el aumento de la población llegada de otros países a tierras leonesas.
Y otra prueba la encontramos en los datos de afiliación a la Seguridad Social de trabajadores de nacionalidad distinta a la española. La cifra media durante el pasado mes de mayo se situó en un total de 10.836, lo que supone un incremento de 1.035 y de un 10,6 % con respecto a los 9.901 del mismo periodo del pasado ejercicio, según la estadística que facilitó este lunes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Se mantiene así la tendencia al alza que había comenzado en el año 2015 –al amparo de la recuperación económica tras la crisis financiera e inmobiliaria– y que sólo se rompió con la exigua caída derivada de las restricciones a la actividad que se aplicaron a raíz de la pandemia de coronavirus.
Además, el dato conocido este lunes es el más alto de la serie histórica para un mes de mayo, ya que supera incluso al de 2008, cuando había 10.544 trabajadores extranjeros en la provincia que habían ido llegando al amparo de los años de bonanza económica y gracias también al proceso de regularización de inmigrantes que impulsó el Gobierno de España puso en marcha en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
En todo caso, la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria comenzaron a hacer mella en el mercado de trabajo al año siguiente y fue entonces cuando comenzó una caída que se prolongó durante siete años hasta alcanzar un mínimo de 5.911 trabajadores extranjeros que cotizaban a la Seguridad Social en mayo de 2014.
Y el nuevo cambio de tendencia que se registró a partir de entonces se analizó como una muestra de los efectos que la recuperación económica estaba teniendo en el mercado de trabajo en la provincia de León, que se basa en buena medida en el sector servicios y que volvía a ganar atractivo para aquellas personas que deciden dejar su país en busca de un futuro más próspero, lo que visto desde la perspectiva leonesa deriva en constantes incrementos que no dejan de ser esperanzadores para una tierra cuya sangría demográfica no parece tener freno.
Los datos, al detalle
Entrando al detalle de la estadística ministerial conocida este mismo lunes, de los 10.836 afiliados extranjeros que hay actualmente en la provincia de León, 5.957 son hombres y 4.879 son mujeres. Además, 9.266 cotizan en el denominado régimen general (dentro del mismo se incluyen 636 en el especial para el sector agrario y 758 en el de los empleados del hogar) y los 1.570 restantes hacen lo propio en el régimen de los trabajadores autónomos.
En cuanto a los sectores de actividad en los que trabaja la población extranjera, destaca en primer lugar la hostelería, que mantiene actualmente un total de 1.994 puestos de trabajo. Por detrás se sitúan, la industria manufacturera (1.307), el comercio y la reparación de vehículos (1.260) y la construcción (1.149), que lleva tiempo poniendo de relieve los problemas para encontrar mano de obra. También destacan las actividades sanitarias y servicios sociales, con 974 trabajadores extranjeros en la provincia, las actividades administrativas y servicios auxiliares (675) o los transportes y el almacenamiento (595).