León ha perdido en el último año más de medio millar de empresas

La crisis laboral que acompaña a la Covid-19 destruye empleo precario mientras que los asalariados fijos crecen sobre el colchón de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y un sector agrario que no para de avanzar. Los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, recogidos por Ical, ponen de relieve que a finales de septiembre, había en Castilla y León 457.645 empleados con contrato indefinido, 4.782 más que en el mismo mes de 2019, con un crecimiento del 1,1%; y 193.502 temporales, que pierden 11.291 efectivos, un 5,5%. Así, la comunidad contabilizaba en el noveno mes del año, 651.147 asalariados, un uno% menos que un año antes, con 6.509 trabajadores expulsados. El empleo masculino bajo un 1,5%, hasta los 338.408 asalariados, mientras que el femenino perdió solo medio punto porcentual, hasta las 312.739 trabajadoras.

El informe precisa que los trabajadores a tiempo completo, 501.093 a finales de septiembre, permanecieron estables, mientras que los que tenían un contrato parcial, 150.054, se redujeron un 4,1% respecto a 2019.

Los trabajadores con contrato temporal a tiempo completo bajaron un 3,9%, hasta los 136.006; y los empleados a tiempo parcial, se desplomaron un 9,2%, hasta los 57.496. Los trabajadores indefinidos a tiempo completo, 365.087, se elevaron un 1,5%, mientras que lo que tenían un empleo parcial, 92.558, menguaron un 0,6%.

El análisis de las empresas cotizantes pone de relieve el importante impacto positivo en el empleo que tuvo la agricultura hasta septiembre. El sector primario daba empleo a finales del tercer trimestre del año a 33.818 asalariados, lo que supone un crecimiento del 9,6% respecto a 2019, con 2.970 puestos de trabajo más.

Por el contrario, el resto de sectores destruyó empleo. La industria resistió mejor, y daba empleo en septiembre a 129.511 asalariados, con un ligero descenso del 0,7%, con 918 personas menos. La construcción empleaba en el mes de estudio a 38.823 personas, 723 menos que un año antes con un descenso relativo del 1,8%. El sector terciario, los servicios, fueron lo que asumieron el mayor coste en cifras absolutas de la pandemia, cerraron el mes de septiembre con 448.995 empleados en la Comunidad, lo que supone una bajada del 1,7%, y la pérdida de 7.838 puestos de trabajo.

El documento sobre empresa cotizantes a la Seguridad Social, precisa que en septiembre operaban en Castilla y León 66.819 actividades, lo que supone una merma respecto a 2019 del 2,9%, con 1.971 menos. La evolución, como en el empleo, va por barrios, y en el caso del sector agrario, el número de empresas creció en 105, un 1,7%, hasta cerrar el mes con 6.197. Por el contrario, el resto perdió actividades, especialmente los servicios, que acabaron septiembre con 46.545 empresas, con una merma del 3,7% y 1.772 menos.

Por su parte, la construcción, con 7.325 empresas, vio desaparecer 226, con un descenso porcentual del tres%. Castilla y León también perdió en el año de estudio, 226 industria, un 1,1%, hasta las 6.752.

Por provincias, el número de empresas cotizantes bajó en León (12.403), un 4,1%; en Ávila (4.979), un tres%; en Zamora (5.305), un 2,9%; en Salamanca (10.047), un 2,8%; en Palencia (4.779), un 2,4%; en Burgos (10.689), un 2,3%; en Valladolid (15.153), un 2,1%; en Soria (2.915), un dos%; y en Segovia (5.455), un 0,9%.

En cuanto a los empleados, crecieron en dos provincias, Segovia (44.461) y Soria (28.466), un 2,7 y un 1,9%, en cada caso, respecto al mismo mes de 2019. Por el contrario, se redujeron en Palencia (45.431), un 2,8%; en León (106.922), un 1,6%; en Valladolid (162.863), un 1,4%; en Salamanca (81.499), un 1,3%; en Burgos (111.606), un 1,1%; en Zamora (35.834), un uno%; y en Ávila (34.065), un 0,5%.