León da el primer paso para aplicar el Plan Especial de Protección del Camino de Santiago, que entró en vigor el pasado 12 de diciembre tras su publicación en el Bocyl. En el marco de dicho documento, el Ayuntamiento acaba de sacar a licitación las obras para adecuar los 650 metros de la avenida Alcalde Miguel Castaño que unen la pequeña glorieta que hay en el acceso a Puente Castro con la de Fernández Ladreda.
Se trata de una actuación para la que se prevé inicialmente una inversión de 460.178 euros y cuya ejecución se extendería durante siete meses. El plazo para que las empresas interesadas en el proyecto presenten sus ofertas se extiende hasta el 22 de enero.
El objetivo de las obras es revitalizar y humanizar el acceso del Camino de Santiago a la ciudad de León a través del barrio de Puente Castro mediante la generación de un entorno mucho más urbano y mejorando al mismo tiempo la accesibilidad y movilidad de los peregrinos y de la ciudadanía en general.
Se pretende por tanto aprovechar los espacios vacíos o degradados de este tramo de la avenida Alcalde Miguel Castaño, además de potenciar los itinerarios peatonales, ampliar el arbolado, la vegetación y el mobiliario urbano y mejorar la señalética e información sobre el Camino de Santiago.
Actualmente, nos encontramos con un vial que conserva aún muchas características de una vía de penetración de la ciudad de León, ya que se corresponde con el antiguo trazado de la carretera de Valladolid (N-601). En este sentido, pese a estar completamente urbanizada, con aceras a ambos lados y todos los servicios y dotaciones, lo cierto es que representa un espacio en el que el peatón no representa un papel principal. Además, el margen derecho en sentido de avance hacia la ciudad está ocupado por diferentes usos terciarios con diversas naves industriales, almacenes, comercios y gasolineras que afectan negativamente a la integración visual del Camino de Santiago.
Hay que tener en cuenta también que este tramo de Alcalde Miguel Castaño cuenta con aceras laterales de anchura variable y sin continuidad en algunos puntos (como el entorno de la gasolinera), además de aparcamientos en línea en ambos márgenes y dos carriles de circulación por sentido. Por último, en la zona central se sitúa una mediana cebreada que se emplea también para la incorporación de carriles adicionales de giro.
La avenida tiene en su margen izquierdo árboles que discurren de forma discontinua, mientras que el proyecto pretende solventar su ausencia en el marquen derecho, puesto que ahora mismo deja visibles la mayoría de fachadas industriales y comerciales.
Cabe recordar también que en las inmediaciones del puente medieval confluyen dos vías ciclistas que recorren la ribera del río Torío pero que no llegan a conectarse, viéndose interrumpidas a escasos metros del punto en el que arranca la actuación que ha diseñado el Ayuntamiento de León. De igual modo, en la zona norte, el carril bici que discurre por la avenida de Fernández Ladreda queda interrumpido actualmente al llegar a Alcalde Miguel Castaño.
Por tanto, los técnicos que han redactado el proyecto cuya ejecución acaba de salir a contratación consideran que el estado de la zona en la que se va a actuar presenta importantes posibilidades de mejora en cuanto a la movilidad de los peregrinos que llegan a la ciudad y de los peatones en general.
La actuación servirá en primer lugar para conectar los diferentes itinerarios ciclistas existentes en la zona. Es por eso que se reordenará la sección transversal de la calle, incorporando un nuevo carril bici que permitirá conectar los ya existentes de La Granja, La Lastra y Fernández Ladreda, así como dar continuidad al ejecutado recientemente en Puente Castro.
En función del espacio disponible en cada punto, dicho carril bici ocupará parte de la acera actual, la banda de aparcamiento o incluso espacios que actualmente corresponden a la calzada.
De esta forma, se modificará la morfología de la avenida incorporando el carril bici y reordenando las zonas de circulación de vehículos y de aparcamiento. En todo caso, los estudios de tráfico han determinado la necesidad de que se mantengan los dos carriles por sentido, ya que reducirlos implicaría largas colas en espera que podrían colapsar las entradas y salidas anteriores al cruce con semáforos que hay en la zona. En cuanto a los giros a la izquierda, estos también son importantes, por lo que se mantienen los cortes en la mediana y los carriles centrales de espera.
Además, las obras servirán remodelar la mediana, dotándola de vegetación y de un aspecto más urbano que atenúe además el efecto visual de las fachadas de las naves comerciales existentes en el margen derecho del vial.
En definitiva, la actuación que acaba de licitar el Ayuntamiento se centra en la mejora de la avenida en su mitad occidental, que es la más próxima a La Lastra y por la que pasan los peregrinos del Camino de Santiago.
En este sentido, otra de las actuaciones incluidas en el proyecto se centra en la mejora de la señalética asociada a la circulación de los peregrinos a través de la colocación de un cartel informativo grande con tejadillo que aporte información relevante sobre el Camino de Santiago, un atril que incorpore aspectos relevantes sobre el recorrido a lo largo de la ciudad y una loseta direccional que se colocará en el suelo y llevará una serigrafía que marque el itinerario jacobeo.
Finalmente, en cuanto al mobiliario urbano, está previsto que se sustituyan los bancos y las papeleras que se encuentren en mal estado y que se coloquen más en nuevas ubicaciones.
Más allá de la actuación ya proyectada y licitada, la documentación establece que la actuación en el tramo previo, que va desde el crucero de piedra hasta el puente sobre el río Torío queda vinculada a que se complete el nuevo vial que conectaría la glorieta de la avenida de La Lastra en su confluencia con la calle La Flecha con la avenida de San Froilán, diseñado hace más de una década y que sigue sin terminarse debido a los restos arqueológicos del vicus romano Ad Legionem.
Su apertura –más necesaria que nunca por la próxima construcción del centro de energías renovables para la red de calor de la ciudad de León– permitiría desviar el tráfico y peatonalizar el tramo de la avenida de Madrid entre la calle Victoriano Martínez y el viaducto medieval. Esa es al menos la propuesta que figura en el Plan Especial de Protección del Camino de Santiago y que en el futuro debería concretarse en un proyecto como el que ahora ha elaborado el Ayuntamiento para el tramo entre Puente Castro y Fernández Ladreda.
Además, el plan contempla a medio y largo plazo actuaciones en otros puntos del Camino de Santiago, como serían la plaza de Santa Ana (requiere una modificación del PGOU que permita agrupar los carriles de circulación para dar continuidad en línea recta al eje que forman la avenida Europa y Alcalde Miguel Castaño y para humanizar el resto del espacio), la calle Barahona (el plan prevé cambiar su sentido de circulación a favor del Camino de Santiago y eliminar una de las bandas de aparcamiento para habilitar un carril bici y plantar árboles), la plaza de San Francisco (se prevé una remodelación integral que estaría supeditada a la supresión de la gasolinera y de las plazas de aparcamiento) y las calles Renueva y Suero de Quiñones, que también podrían cambiar su sentido de circulación cuando se abra al fin el sector urbanizado en el entorno de la estación de Feve. En estas calles se plantea la reducción o eliminación de aparcamientos para ensanchar las aceras y permitir la plantación de árboles tras una reurbanización que también podría incluir un carril bici.