Son 16 vidas sesgadas en tres meses, muchas de esas muertes, evitables, como las que se produjeron por aplastamiento, sepultamiento, atrapamiento, tras caerle encima un objeto al malogrado trabajador y por tráfico (dos), según un informe de la Junta, recogido por Ical. El resto, siete con baja y tres in itinere, correspondieron a lesiones no traumáticas.
En total, durante el primer trimestre del año se contabilizaron en Castilla y León, 6.585 accidentes con baja laboral, lo que supone un aumento del 7,5 por ciento, respecto a los registrados los mismos meses del año pasado. Los siniestros leves ascendieron a 6.536, con un crecimiento del 7,9 por ciento; mientras que los graves alcanzaron los 36, que suponen 17 menos que un año antes.
Por sectores productivos, la siniestralidad laboral creció en la construcción, los servicios y el primario, y se redujo en la industria. En concreto, los accidentes en el puesto de trabajo se dispararon un 20 por ciento en la construcción, hasta 976 siniestros entre enero y marzo. Asimismo, también avanzaron a dos dígitos en los servicios, un 10,7 por ciento, con 3.468; y el agrario, 10,3 por ciento, con 438. Por el contrario, se contrajeron un 4,2 por ciento en la actividad industrial, con 1.703. En cuanto a los accidentes mortales, se contabilizaron seis en el sector servicios; cuatro en industria; dos en construcción y uno en el agrario.
Los accidentes in itinere leves ascendieron a 592, con un descenso del 17,5 por ciento; mientras que los graves sumaron ocho, uno más que en los mismos meses de 2021. En cuanto a las enfermedades profesionales, se reconocieron 137 casos, un 52,2 por ciento más. Por sectores de actividad
Provincias
Por provincias, la siniestralidad global creció a dos dígitos en Valladolid (1.454 siniestros), un 25,2 por ciento; Salamanca (851), 18,8 por ciento; y Soria (346), 11,9 por ciento. Asimismo, se elevó en Segovia (497), un 9,9 por ciento; y en Zamora (422), un 2,9 por ciento. Por el contrario, descendió en Ávila (296), un 3,9 por ciento; en Palencia (451), un 3,2 por ciento; en Burgos (1.320), un 2,1 por ciento; y en León (948), un 0,2 por ciento.
Los siniestros mortales se concentraron en Valladolid, con cuatro, dos más que el año anterior; seguida por Burgos, con tres, dos menos que en 2021; y Segovia, dos, los mismos que en el ejercicio precedente. Asimismo, se produjo un fallecido en Ávila, León, Palencia y Soria, en los cuatro casos.
En cuanto a los graves, se produjeron más en Burgos, nueve, seguida por León, ocho; Valladolid, seis; Soria, cinco; Zamora, tres; Palencia, dos; y Ávila, Salamanca y Segovia, con uno en cada una de ellas.
En relación a los siniestros in itinere, 603 en la Comunidad, con un descenso del 17 por ciento, sólo aumentaron en León y Palencia, un 4,5 y 7,3 por ciento, hasta 92 y 44, respectivamente. Asimismo, Por el contrario, bajaron en Soria (20), un 66,1 por ciento; en Zamora (21), un 41,6 por ciento; en Valladolid (167), un 17,7 por ciento; en Salamanca (75), un 17,5 por ciento; en Burgos (106), un 13,8 por ciento; en Segovia (40), un 13 por ciento; y en Ávila (38), un cinco por ciento.
Por último, un análisis territorial de las enfermedades profesionales revela que en Ávila no se reconoció ningún caso en los tres primeros meses del año, cuando en 2021 hubo uno; y en Segovia, cinco, seis menos que el año anterior. En el resto crecieron, en Palencia se declararon siete, cuando un año antes no hubo ninguna; en Soria 25, con un aumento del 177,7 por ciento; y en Valladolid, 21, un 110 por ciento más. En Burgos, se produjeron 13, con un crecimiento del 59,1 por ciento; en Salamanca, cuatro, un 36,3 por ciento más; y en Zamora, cinco, con una subida del 25 por ciento.