El Centro de Regulación y Control (CRC) que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tiene en la ciudad de León solo controlará el tramo de la línea de Feve que va desde el apeadero del barrio de La Asunción –nada se sabe todavía de su regreso al centro de la capital– hasta la localidad palentina de Guardo.
La circulación en el resto del trazado se supervisará desde el Puesto de Control de Tráfico Centralizado (CTC) de Miranda de Ebro. Así lo han confirmado fuentes de Adif al anunciar una inversión de 22,7 millones para abordar la automatización de las instalaciones de seguridad del tramo de ancho métrico Guardo-Arija-Balmaseda, perteneciente a la línea León-Bilbao.
El contrato, que ahora licita con un plazo de ejecución de 22 meses, incluye la redacción del proyecto constructivo y la ejecución de las obras, así como las pruebas y puesta en servicio de las instalaciones de seguridad correspondientes a la supresión del bloqueo telefónico. Con esta actuación se dotará al tramo de nuevas instalaciones de seguridad y comunicaciones que sustituirán al bloqueo telefónico por bloqueos automáticos regulados por telemando desde Miranda de Ebro. Esta actuación permitirá ganar a la línea en capacidad, regularidad en las circulaciones y fiabilidad en las instalaciones.
El proyecto contempla, entre otras actuaciones, el diseño de las instalaciones de seguridad (enclavamientos, sistemas de detección de tren y de protección del tren, señalización, telecomunicaciones, energía, pasos a nivel...), así como actuaciones en vía y catenaria, según las citadas fuentes de Adif.
El contrato de supresión de bloqueos telefónicos entre Guardo (Palencia) y Balmaseda (Vizcaya) se suma al proyecto de la misma naturaleza que se ejecuta en la actualidad en el tramo que va del apeadero situado en el barrio leonés de La Asunción hasta la localidad palentina de Guardo por un importe cercano a los 20 millones de euros. En este tramo, que sí se controlará desde el CRC inaugurado en diciembre de 2020, se renuevan también las instalaciones de seguridad y se sustituyen los bloqueos telefónicos por bloqueos automáticos para regular la circulación por telemando y, con ello, incrementar los niveles de fiabilidad de las instalaciones.
Con estas actuaciones, Adif completará la automatización de toda la línea de ancho métrico León-Bilbao.
En cualquier caso, con la decisión de llevar a Miranda de Ebro el control del tramo entre Guardo y Balmaseda, el CRC de León pierde un nuevo tren. El proyecto se concibió en 2011 para luego ser descartado durante la época de los recortes y recuperado en febrero de 2019. Es un centro ‘multi-red’ que inicialmente –desde Adif siempre se ha dicho que podría asumir más líneas en el futuro– tiene asignado o previsto el control de la circulación en 1.200 kilómetros de red ferroviaria pertenecientes a tres tipologías diferentes: convencional, alta velocidad y ancho métrico.
Sin embargo, el control del AVE se militará a los 190 kilómetros entre Palencia y Campomanes. La cifra contrasta con los 1.600 kilómetros anunciados cuando se presentó el proyecto del edificio (el 23 de marzo de 2011, durante la época del socialista José Blanco al frente del Ministerio de Fomento). El objetivo entonces era que el centro regulase todas las líneas de AVE del norte y noroeste de España. Sin embargo, Atocha arrebató a León el control de las líneas de AVE que unen Madrid con Galicia y Burgos. Y ahora Miranda de Ebro se queda con una parte de Feve.
León no controlará los trenes de Feve entre Guardo y Balmaseda
Adif destinará 22,7 millones de euros a la automatización del tramo, pero encargará su supervisión al centro que tiene en Miranda de Ebro
18/02/2023
Actualizado a
18/02/2023
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