León no olvida a los refugiados

Son personas que llegan a León desde países en conflicto o en los que sus ideas, creencias o diferencias de género son perseguidas. Y por eso vienen buscando protección internacional y asilo. Son las personas refugiadas, cuyo día mundial se conmemora este domingo.

Es por eso buen momento para hacer balance de la actividad que desarrollan entidades como Accem o Cruz Roja para ayudar a quienes han sufrido el horror en primera persona y llegan a León en busca de serenidad y opciones para labrarse un futuro mejor.

En el caso de Accem, su trabajo en León data ya de hace casi tres décadas (1992) con el objetivo de ayudar a los refugiados, migrantes y personas en situación de vulnerabilidad sea cual sea su religión, sexo, o ideas políticas. Todo bajo un denominador común, el de la igualdad de derechos y de oportunidades. Durante el pasado año, 377 personas acudieron por primera vez a Accem en León. Fueron 200 hombres y 177 mujeres con una edad media de 32 años y procedentes de 32 países. Colombia, Venezuela, Marruecos y Honduras son los más representativos.

El programa de primera atención a personas solicitantes de protección internacional ha atendido a 362 personas, de las que 121 han pasado por el centro de Pradorrey (Astorga) y 18 han sido alojadas en hostales de León. Además, el servicio de acogida temporal cuenta con 36 plazas en siete viviendas y ha sido utilizado por 105 personas, de las que 32 eran menores. Colombia y Venezuela son los países de procedencia más habituales.

Hay además un programa de segunda fase, que consiste en un itinerario de acompañamiento destinado a promover la autonomía e independencia de las personas refugiadas que hayan solicitado protección internacional. Se favorece su acceso al mercado laboral y se garantiza su estabilidad con ayudas económicas para que tenga sus necesidades cubiertas mientras participe en el programa y hasta que logre esa autonomía. Un total de 121 personas participaron el pasado año en este programa de Accem en León.
Asistencia jurídica, (334 usuarios), atención psicológica (85), apoyo a víctimas de discriminación (10) y alfabetización en lengua castellana (77) son otras de las actividades que desarrolla la entidad a la hora de apoyar a las personas refugiadas.

En cuanto a la inserción laboral, Accem impulsa varias iniciativas, entre las que destacan una agencia de colocación (131 candidatos nuevos en 2020) y el programa Ariadna, que consiguió trabajo para 44 personas.

Es preciso destacar además que Accem contó con 29 personas voluntarias a la hora de desarrollar sus programas en la provincia de León. Hubo 12 altas y 11 bajas y el tiempo medio de dedicación roza las cuatro horas semanales.

Por su parte Cruz Roja atendió el año pasado a un total de 149 personas refugiadas, de las que el 48% eran hombres y el 52% mujeres. En cuanto a las edades, cabe destacar que el 33% eran menores. De las 19 nacionalidades distintas que han pasado a lo largo del año por los distintos servicios, las que tienen mayor representación son Venezuela, Colombia y Siria.

En el primer semestre de 2021, Cruz Roja en León ha atendido a un total de 82 personas, 57% son hombres y 43% mujeres, correspondiendo a menores un 37%. Se han registrado hasta 16 nacionalidades y se aprecia un cambio en el perfil, prevaleciendo ahora refugiados de Colombia, Siria y Perú.

La intervención de Cruz Roja Española con personas solicitantes de protección internacional tiene como objetivo garantizar su protección e integración social en España. El programa consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la fase de preparación para la autonomía, con una duración de 18 a 24 meses. Durante ese tiempo, se presta una atención integral e individualizada que incluye, entre otros, los siguientes servicios: acogida temporal, asistencia legal y psicológica, aprendizaje del idioma y traducción e interpretación.

La institución ha comprobado el poder de la inclusión; cuando los refugiados reciben apoyo y se les brindan oportunidades, pueden contribuir significativamente a sus comunidades de acogida. Son personas con pasiones, habilidades, resiliencia y esperanza; no meros beneficiarios de la ayuda, lo que aporta mucho a sus vecinos y comunidades de acogida.

Cabe destacar finalmente que muchas de estas personas refugiadas se han sumado al voluntariado de Cruz Roja Responde para ayudar desde la primera línea de respuesta humanitaria ante la emergencia por el Covid-19, colaborando en la atención a las personas más vulnerables, en tareas como traducción e interpretación, acompañamiento social, enseñanza del idioma o la distribución de alimentos y/o medicamentos.