Este reconocimiento tiene su reflejo directo en el ganadero desde el mismo momento de la publicación, ya que en León dejan de ser obligatorias las pruebas de brucelosis para el movimiento pecuario, y durante el año 2020, solo se realizará el saneamiento de brucelosis al 20 por ciento de las explotaciones ganaderas.
El número de explotaciones positivas a tuberculosis bovina en la provincia de León en el periodo 2018 se cifró en 0,3 por ciento, un dato que, de acuerdo al Programa Nacional de Erradicación de tuberculosis bovina, permite se pueda aplicar el protocolo de flexibilización en todas aquellas unidades veterinarias con prevalencia menor del uno por ciento, lo que supone que en las explotaciones ganaderas que ostenten la máxima calificación sanitaria ante la detección de animales positivos de tuberculosis en un bajo número a la prueba de diagnóstico oficial, hasta un máximo de ocho animales positivos dependiendo del censo de la explotación, no se apliquen restricciones al movimiento de terneros hasta que no se produzca el aislamiento microbiológico de la enfermedad.
Según los datos aportados por la Junta, la evolución del estatus sanitario de la ganadería bovina en Castilla y León es “muy positiva”, ya que en tuberculosis bovina se ha pasado en diez años de tener pruebas positivas a la enfermedad en el 4,16 por ciento de las explotaciones a tener solo el 1,4. Únicamente Ávila, Salamanca y Soria tiene una situación superior al uno por ciento entre el 1,8 por ciento y el 2,5 por ciento.
Este estatus sanitario, fruto del trabajo de los ganaderos y los servicios veterinarios oficiales, permite que el 98,6 por ciento de las explotaciones de vacuno puedan mover libremente sus animales dentro y fuera de la Comunidad Autónoma y exportar, no solo en el entorno europeo, sino también a países fuera de la UE.
Grupo de trabajo
En la presente legislatura, se ha constituido un grupo de trabajo técnico de tuberculosis bovina en el que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha trabajado para dar respuesta a las peticiones de los ganaderos, de la mano del sector regional representado por organizaciones profesionales agrarias, Urcacyl y asociaciones ganaderas, bajo la coordinación técnica de la Consejería.
El objetivo principal de la Consejería es seguir avanzando en la ejecución del Programa Nacional de lucha contra esta enfermedad, para lo que se están identificando las mejoras y estudiando los puntos que dependen de normativa estatal y comunitaria, por lo que será precisa la intervención del Ministerio para su valoración y la posible puesta en marcha a nivel nacional.
En el seno del grupo de trabajo, los representantes del sector ganadero han trasladado los principales problemas económicos que la aplicación de la legislación conlleva en las explotaciones ganaderas, algunas cuestiones pueden ser abordadas a nivel regional y otras son reguladas por normativa de rango superior y desde Castilla y León se elevarán las peticiones al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.