A pesar de que ya es obligatorio y se sanciona con multas de hasta 750 euros, resulta imposible para la policía sorprender en el momento a todos los propietarios que no recogen los excrementos de sus mascotas. El Ayuntamiento de León ha anunciado este martes su intención de modificar las ordenanzas municipales de limpieza y de animales de compañía para penalizar de forma más contundente estas actitudes por parte de algunos vecinos que reconoce el alcalde están afectando a la salubridad y la imagen de la ciudad.
"La falta de recogida de heces y excrementos hace que nuestras calles en muchos puntos estén llenas de estos desechos que provocan problemas de suciedad y de imagen y coste para nuestros servicios de limpieza”, ha explicado el alcalde, José Antonio Diez, si bien ha puntualizado que "somos conscientes de que es una actitud de muy pocos propietarios" incívicos pero que exige una "actuación". "Parece que no tiene mucho sentido que estén prohibidas las micciones en la vía pública de personas o incluso niños y que tengamos la ciudad abarrotada de orines de perros", ha expresado el alcalde para anunciar su intención de obligar por primera vez en León a limpiar también los orines de las mascotas.
Bajo el paraguas legal de la nueva norma nacional de la Ley de Protección y Bienestar Animal aprobada en marzo y tomando como ejemplo a seguir ordenanzas ya aplicadas en otras ciudades como Zaragoza, el Ayuntamiento de León exigirá a los propietarios perrunos a limpiar con agua o algún líquido similar los orines que dañan de forma continuada los edificios y las calles. Así, la intención del primer edil es "incluir en la ordenanza el uso de líquidos biodegradables para limpiar los orines y evitar así manchas y corrosión en nuestras fachadas, calles y mobiliario urbano”.
"Hay ordenanzas que incluyen la posibilidad de que la Policía puede parar al dueño del perro y pedir que le muestre dicho líquido", ha añadido el alcalde. Estos detalles son los que José Antonio Diez debatirá con los grupos políticos de la oposición para modificar tanto la ordenanza municipal de limpieza como la normativa de animales de compañía, después de 30 años "inmóvil". El resultado final afectará a los dueños de los más de 12.600 perros censados en León. Una nueva normativa que no implicará, ha señalado Diez, que el Ayuntamiento siga reforzando las zonas de esparcimiento canino y ‘pipicanes’ que ya tiene la ciudad.
Tras el debate que deberán mantener las fuerzas políticas municipales para que la modificación en las ordenanzas sea aprobada, la normativa deberá someterse a exposición pública para las posibles alegaciones vecinales.
Por su parte, el concejal de Modernización y Servicio de Limpieza, Jon Ander Fernández, valoró que esta propuesta del Ayuntamiento será de "gran ayuda" para los servicios de limpieza. Sobre los problemas de limpieza que han suscitado quejas vecinales, ha explicado que "no estamos satisfechos con la situación que hay, pero la creación de una concejalía específica lleva a una labor cuyos frutos se verán a largo plazo". En estos momentos, están "realizando una fotografía de la situación que hay", concluyó el nuevo responsable del servicio.