En la provincia de León se interpusieron 701 denuncias. Las sanciones derivadas de estas infracciones supusieron una cuantía de 174.980,90 euros.
De las 6.058 presentadas el pasado año tanto por los agentes medioambientales de la Junta, que en este campo tienen la condición de agentes de la autoridad, como por la Guardia Civil y otros cuerpos policiales, algo más del 48 por ciento (2.912) estaban relacionadas con incendios y con quebrantamientos de la Ley de Montes, mientras que por residuos y vertederos llegaron a los servicios territoriales 1.050 (17,3 por ciento. El tercer lugar se sitúan las relativas a infracciones de la Ley de Caza, con 788 (13 por ciento), por delante de las relacionadas con la pesca, con 452. Además, también se presentaron 348 por atentar contra espacios naturales y especies protegidas y 182 por invadir vías pecuarias.
Por provincias, Ávila se situó en cabeza con 1.067, por delante de Burgos (1.011), Salamanca (736) y León. Palencia, con 248, fue la que contabilizó un menor número de sanciones. No obstante, en cuanto a la cuantía total de las sanciones la situación es muy distinta, dado que Zamora, con algo más de 439.263 euros se sitúa en primer lugar, por delante de Burgos (382.727 euros) y Valladolid (251.451). En total, la cuantía de las sanciones superó el pasado año 1,6 millones de euros, frente a los 1,9 millones de 2019, lo que supone un descenso de más de 274.000 euros, un 13 por ciento.
La multa por las infracciones
Las sanciones leves, con un plazo de reparación de hasta seis meses van de los 100 a los 1.000 euros, las graves, de los 1001 euros a los 100.000 y las muy graves, con un plazo de reparación mayor de diez años, por encima de los 100.001 euros. Si no se ha producido daño al monte, que es lo más habitual, la sanción puede ser simplemente de 100 euros. En el caso del vertido de residuos, las multas van desde los 45.001 euros hasta 1.750.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos, en cuyo caso la multa podrá ser desde 300.001 euros hasta 1.750.000 euros.
Ejemplos de algunas de las denuncias medioambientales pueden ser la recogida de níscalos sin licencia en zonas acotadas o talar algún pino sin permiso. También estaría tipificado el cosechar a menos de 400 metros de terreno forestal cuando las temperaturas superan los 30 grados y la velocidad del viento los 30 kilómetros por hora.