Aunque el PNV aún no ha confirmado oficialmente su apoyo (y no se descarta que sus líderes se hagan de rogar por aquello de ser protagonistas durante unos días), el pacto rubricado ayer por el PSOE con los independentistas de Junts per Catalunya permiten dar por ya hecha la investidura de Pedro Sánchez para mantenerse como presidente del Gobierno de España.
Sin embargo, más allá de la creciente tensión política por los términos del acuerdo, es necesario tener en cuenta que no son sólo los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos los que necesitan concesiones por parte de la administración estatal.
También León las espera. Y no nos referimos a transferencias millonarias de competencias o a leyes que sirvan para perdonar delitos pretéritos, sino a algunas inversiones que esta provincia lleva esperando más de dos décadas y que en su inmensa mayoría siguen sin tener fechas claras de inicio o de finalización.
Por eso, coincidiendo con el acuerdo de los socialistas con quien tenía la llave del Palacio de la Moncloa, es conveniente repasar los proyectos estatales que León aguarda y que suman una factura superior a los 1.460 millones de euros.
Comenzando por las inversiones ferroviarias, cabe referirse en primer lugar a la última comprometida por el Gobierno. Fue el pasado mes de julio cuando en un acto de precampaña del PSOE se anunció la licitación por 967.612 euros de la redacción del estudio de viabilidad para reactivar el corredor ferroviario de la Ruta de la Plata, que uniría Astorga con Plasencia.
Hay además otros proyectos ferroviarios que no han comenzado aún a ejecutarse. Es el caso de la renovación de la red ferroviaria y la construcción de apartaderos de 750 metros para dejar paso al Corredor Atlántico. La inversión en el tramo entre León y Ponferrada será de 301 millones de euros y se ha adjudicado ya la redacción de los primeros proyectos.
Sí está en marcha el ramal ferroviario del polígono de Villadangos del Páramo, que supone 21,4 millones de euros y estará listo a finales de 2024 o principios de 2025. Es una infraestructura que cuenta además con financiación de la Junta y que se diseñó tras la salida de Vestas y la llegada de Coated Solutions. En todo caso, sí se ha habilitado un cargadero provisional en la estación de la localidad para dar salida a las bobinas de acero que comercializará la empresa.
Aunque la mayoría de las cuentas pendientes del Gobierno en la provincia de León en materia ferroviaria tienen solera y datan de las épocas de Rajoy, de Zapatero e incluso de Aznar, lo cierto es que al menos en la pasada legislatura concluyeron por fin las obras de la Variante de Pajares, que tiene prevista su inauguración oficial el 29 de noviembre y su puesta en servicio comercial al día siguiente. Comenzaron en 2004 y han supuesto una inversión de 4.000 millones de euros frente a los 1.410 previstos inicialmente.
Es preciso destacar que esta nueva infraestructura reducirá notablemente el tiempo de viaje de los trenes de Asturias, algo a lo que debería contribuir ya la supresión del fondo de saco de la estación de León y la apertura del soterramiento, que tuvo lugar también es septiembre de 2021 con tres años de retraso y tras una inversión de casi 49,3 millones de euros.
Sin embargo, los trenes tardan lo mismo –o algo más– debido a las limitaciones de velocidad por el mal estado de la vetusta rampa de Pajares y las obras de reconversión de la línea entre León y La Robla, que siguen en ejecución con un presupuesto de 80 millones de euros.
Además, está sobre la mesa la segunda fase de la integración ferroviaria en la ciudad de León, anunciada en la campaña de las elecciones municipales por el alcalde, José Antonio Diez, tras un acuerdo con Adif para acometer una inversión próxima a los 35 millones de euros. El proyecto, aún pendiente de redacción, se basaría en el aprovechamiento de los terrenos que hay entre la estación y la calle Sancho el Gordo a través de diversas actuaciones. En primer lugar, se prevé la ejecución de un parking subterráneo de dos o tres plantas en la ubicación del actual en superficie. Sobre la losa de dicho parking se prevé un hotel, un edificio de oficinas y otro de uso comercial. Además, habrá una losa que cubra las vías que actualmente llegan a la estación en superficie con el fin de ocultar las catenarias.
Y algo parecido –aunque con trifulca política y vecinal de por medio a cuenta de la exigencia del soterramiento– ocurre en San Andrés del Rabanedo. La última propuesta del Gobierno pasa por una integración ferroviaria que supondría 50 millones de inversión frente a los 5,8 previstos inicialmente para acometer actuaciones de permeabilidad entre ambos lados de las vías mediante la construcción de nuevos pasos elevados. En cambio, el nuevo proyecto plantea lugar el cubrimiento de la línea ferroviaria a su paso por el barrio de La Sal mediante una trinchera sin rebajar la cota de la vía, lo que permitiría el desarrollo urbanístico en la zona de los talleres de Renfe si es que algún día se llevan a Torneros.
Sin embargo, el punto clave del proyecto es la supresión del puente del Lidl y de las pasarelas de Miguélez y de la calle Limonar de Cuba a la altura del CRE. En este sentido, se plantea un paso inferior que hará que tanto los vehículos como los peatones sigan en línea recta desde Párroco Pablo Díez. Más adelante, en la zona de Limonar de Cuba, se había planteado otro paso inferior peatonal a la altura del parque Juan Pedro Aparicio, aunque ahora no se descarta optar como alternativa por una trinchera para cubrir la línea ferroviaria.
Y si echamos la vista hacia el sur, Adif tiene pendiente el proyecto para completar la doble vía del AVE hasta Valladolid. Esto permitiría mejorar para tanto la velocidad como la seguridad y las frecuencias de los trenes. La inversión rondaría los 90 millones de euros y Adif ha comenzado ya a licitar las primeras actuaciones.
Es preciso referirse además a la plataforma de Torneros, de la que se ha venido hablando desde el año 2005. Se han invertido más de 151.000 euros en la redacción de un proyecto cuya ejecución requeriría al menos 80 millones de euros. El último compromiso del Gobierno era que hubiese obras antes de que acabe el año, algo que parece imposible, ya que el proyecto acaba de recibir el visto bueno definitivo de la Junta, que también tramita las últimas expropiaciones.
Sin embargo, pocas noticias hay sobre el proyecto de la parte ferroviaria que se incluía inicialmente en la plataforma, por lo que sigue habiendo dudas sobre si finalmente tendrá terminal para el transporte de mercancías o sobre si se acometerá el traslado de los talleres de León.
En cuanto a Feve, la nueva plataforma entre el apeadero de La Asunción y Padre Isla (16 millones de euros) está concluida desde hace cinco años y medio sin que los trenes-tranvía –cuya compra no se ha aprobado aún pese a las ficticias promesas del PSOE de León– hayan vuelto al centro de la ciudad por la demora en su adquisición y la ausencia de una normativa que permita su circulación. En todo caso, está en marcha la urbanización de los terrenos anejos a la estación, que habilitarán una gran zona verde y permitirán habilitar una gran zona verde, prolongar la calle Bilbao hacia Padre Isla y acometer un nuevo vial paralelo a Renueva que llegará a Ramón y Cajal. Las obras se adjudicaron en 2,8 millones de euros tras seis años de trámites y se retomaron en junio –se habían paralizado por la aparición de restos arqueológicos y la necesidad de modificar el proyecto– con el objetivo de que el grueso de las actuaciones estén terminadas en enero, pero aún habrá que modificar el proyecto para ajustar la red eléctrica del nuevo sector.
Otro de los planes de Adif para la vía estrecha es la supresión de cuatro pasos a nivel en el municipio de Villaquilambre. La inversión anunciada es de ocho millones de euros y ya se ha licitado la redacción de los proyectos después de 13 años de espera.
Autovías y cruces
Ya en materia de carreteras, destaca el tramo central de la autovía que algún día enlazará León con Valladolid. Actualmente llega hasta Santas Martas por el extremo leonés y hasta Villanubla por el vallisoletano. El trazado pendiente tiene 89 kilómetros de longitud con una de 365,4 millones de euros. Se ejecutará en varios subtramos y la prioridad será salvar Medina de Rioseco, algo para lo que ya se ha encargado la redacción los proyectos, aunque no hay plazo para su licitación.
Y más lejana parece estar aún la ejecución de la autovía Ponferrada-Orense. La inversión superaría los 1.200 millones, pero los 7,5 kilómetros del tramo berciano –de Villamartín de la Abadía a Requejo– tiene un presupuesto de 130 millones y el último compromiso fija la licitación de la obra para antes de que finalice el año. A ello habría que sumar los 70 millones que está suponiendo la reconstrucción de los viaductos del Castro en la A-6.
Mientras, soterrar el cruce de La Granja en la ronda este de la capital leonesa supondrá 22,3 millones de euros a través de un proyecto cuya licitación se anunció para este verano justo el mismo día que salía a estudio informativo el trazado de la ronda noroeste, para la que se prevé una inversión de 94 millones de euros.
Y las dos glorietas en la carretera N-120 –una en el desvío a Montejos del Camino con 400.000 euros y otra en el polígono industrial de Trobajo con 1,3 millones (ya adjudicada)– completan las cuentas pendientes en materia de carreteras.
Otros proyectos
Por otra parte, el Parador de San Marcos es en parte una asignatura pendiente para el Gobierno. En diciembre de 2020 reabrió el edificio histórico tras una inversión de 16 millones de euros, pero la segunda fase sigue sin tener proyecto redactado. La inversión anunciada inicialmente era de 35,1 millones de euros e incluía la construcción de cuatro plantas con 129 habitaciones y una gran zona baja con salones polivalentes, spa y un auditorio, aunque el pasado mes de marzo se anunció la redefinición de un proyecto cuya redacción sigue pendiente de licitar y que tardará un año en estar listo como paso previo al impulso de las obras.
En cuanto a otros proyectos pendientes, destacan el Teatro Emperador (4,5 millones invertidos en su compra en el año 2007 y al menos otros cuatro para una remodelación que se asumiría a través del 2% Cultural tras años de incumplimientos e intentos de venta) y los 60 millones que el Gobierno tiene planificados o en ejecución para completar la modernización de los regadíos de Payuelos, aunque hay además algunos sectores que no cuentan todavía con el proyecto para las obras.
Las cuentas pendientes se completan 6,5 millones para la segunda torre del Incibe (se ha licitado la redacción del proyecto) y los 200.000 euros para un estudio de viabilidad del prometido y demorado Parque Agroalimentario del Bierzo.