El procedimiento de formalización de instrucciones previas –o más conocido como testamento vital– en el ámbito sanitario, es el derecho a dejar por escrito y con antelación las decisiones sobre los cuidados de salud de una persona, en previsión de una situación futura en que le resulte expresar su voluntad personalmente. Asimismo, sirve para asegurar el destino del cuerpo o de los órganos una vez llegado el fallecimiento, para que sea tenido en cuenta por el médico o por el equipo sanitario que sea responsable de la asistencia. Este documento también puede recoger la petición de ayuda para morir mediante eutanasia para cuando el paciente «se encuentre en una situación de padecimiento grave, crónico e imposibilitante, o de enfermedad grave e incurable, padeciendo un sufrimiento insoportable que no puede ser aliviado en condiciones que considere aceptables y siempre que cumpla con los requisitos establecidos en la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia», como indica la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
Los datos actualizados por el registro de instrucciones, que abarcan desde el 2008 hasta la actualidad, reflejan un acumulado de 4.117 documentos inscritos en la provincia de León, siendo una de las provincias de la comunidad con mayor número de documentos. El total registrado en Castilla y León es de 23.243, que se reparte de la siguiente manera: 5.804 en Valladolid, los 4.117 en León, 3.965 en Burgos, 3.733 en Salamanca, 1.401 en Palencia, 1.130 en Zamora, 1.082 en Segovia, 801 en Soria, 247 en Ávila y 263 en otras provincias.
De conformidad con la Ley 8/2003, de 8 de abril, de Derechos y Deberes de las personas en relación con la salud, las instrucciones previas deberán formalizarse documentalmente mediante uno de los siguientes procedimientos: ante notario, ante personal al servicio de la Administración designado por la Consejería de Sanidad, o ante tres testigos mayores de edad y con plena capacidad de obrrar, de los cuales dos, como mínimo, no deberán tener relación de parentesco hasta el segundo grado ni relación laboral, patrimonial o de servicio.
Más ágiles y accesibles
El Decreto 23/2024, de 21 de noviembre, por el que se regula el procedimiento de formalización de instruciones previas entró en vigor ayer con el objetivo de ofrecer trámites más fáciles, ágiles y accesibles a la ciudadanía, sobre todo en el medio rural, en el ejercicio de este derecho.
El nuevo decreto, que sustituye al vigente de 2007, mejora los procedimientos de formalización y actualiza el contenido formal y material de los documentos de instrucciones previas, mediante la adaptación de formularios y modelos. De este modo, se asegura la mayor claridad posible en los textos que recogen la voluntad de cada persona, para su inequívoca interpretación por parte de los profesionales que deben aplicar sus instrucciones.
Del mismo modo, se simplifica la tramitación electrónica en todas sus fases para los documentos que se formalicen ante tres testigos, tanto en la solicitud como en la notificación de la inscripción del documento por parte del responsable del registro. En el caso de los formalizadores de la Administración y los notarios, la transmisión de la solicitud de inscripción al registro se hace de manera telemática, pues se ha habilitado el módulo de notificación electrónica para aquellos que así lo soliciten.
Otra novedad importante es la mejora de accesibilidad al Registro de Instrucciones Previas a todos los profesionales de Enfermería colegiados en Castilla y León, en su condición de sanitarios resonsables del plan de cuidados de los pacientes. De este modo, la profesión enfermera se suma a la profesión médica, que ya previamente tenía acceso a dicho registro.
Asimismo, se regula la incorporación de las instrucciones previas de forma automática a la historia clínica electrónica que el paciente tenga en la Gerencia Regional de Salud, de manera que se permite su consulta en cualquier momento y lugar –centro de salud u hospital– en que se preste la asistencia sanitaria.
Entre las novedades, destaca la creación de unidades habilitadas e cada área de salud, que incluirán formalizadores del testamento vital en centros de salud, para acercar el procecimiento a la ciudadanía sobre todo del medio rural, de donde provienen casi el 30 % de las solicitudes. Hasta ahora, estas unidades se ubicaban solamente en las capitales de provincia y en Ponferrada, Miranda de Ebro y Aranda de Duero. Desde mayo de este 2024 se ha dado formación y se han nombrado 157 profesionales, fundamentalmente enfermeras y trabajadores sociales, que desarrollan esta tarea en los centros de salud de la comunidad y se suman a los funcionarios que se encuentran en las gerencias del Sacyl de cada provincia, ante los que también se puede seguir realizando este trámite. De estos nuevos profesionales, 20 se han sumado a los que ya había en León y 14 a El Bierzo. En Ávila suman 6, 29 en Burgos, 10 en Palencia, 7 en Salamanca, 13 en Segovia, 11 en Soria, 13 en Valladolid Este, 13 en Valladolid Oeste y 21 en Zamora.