El leonesismo entra en el Congreso, por el pinganillo

El pinganillo, la palabra que marca una de las controversias de la actualidad política, es un leonesismo, aunque su significado era diferente

24/09/2023
 Actualizado a 24/09/2023

La actualidad, social o política fundamentalmente, va poniendo en el centro del debate, de moda, determinadas palabras o expresiones. La última, esta misma semana, ha sido ‘pinganillo’, por el debate abierto con el uso de las lenguas cooficiales en el Parlamento y el uso de los pinganillos para seguir los discursos de sus señorías cuando utilizan estas lenguas —euskera, catalán y gallego— por quienes no las entienden. 


No tuvo el leonés de ser una de las lenguas de uso de sus señorías pero, curiosamente, la palabra es un leonesismo, por lo que era inevitable la broma de que "no entra el leonés pero sí el leonesismo" (aunque su defensa siga en manos de Mulet). 


Ante la irrupción del pinganillo fueron muchos los que volvieron la vista sobre la palabra. Isaías Lafuente en su espacio ‘La palabra del día’ del programa La Ventana fue uno de los que la eligió y decía: "Esta palabra nos hace viajar desde la Puerta de los Leones del Congreso hasta el mismo León, que fue su puerta de entrada, porque pinganillo en un diminutivo de la palabra leonesa píngano, y sirvió para denominar los pedazos de hielo largos y puntiagudos que cuelgan de las cornisas...".


Ciertamente pinganillo aparece recogida en numerosos estudios como leonesismo. Así lo recoge, por ejemplo, Abundio García Caballero en su trabajo ‘Localismos’: "Relecho. Carámbano que pende -pinga- de las canales. Fam., moquillo» como leonesimo; o Héctor Villazala Alonso en su ‘Léxico leonés: Etimología, fenómenos fonéticos y distribución geográfica’ donde define: "Pinganiello y pinganillo: según el LLA (Léxico del leonés actual) y el DLE, pinganillo, es un diminutivo leonés derivado de píngano (‘extremo puntiagudo’, ‘montaña de cima puntiaguda’), término derivado del latín vulgar Pendicare (‘colgar’ o ‘estar pendiente’), que a su vez procede del latín pendere (‘estar suspendido’, ‘pender’)". También lo recoge la celebrada tesis de Jannick Le Men y S. Alonso Garrote en su trabajo ‘El dialecto vulgar leonés’ o estudios locales como los de Vegas del Condado o Villademor de la Vega, entre otros.


¿Y el salto al significado actual? Lo aclaraba al día siguiente el citado Lafuente, que se lo atribuía a algún leonés pero no fue así, sino a José Mª Fraguas, hermano de Forges. "Cierto, soy yo el inventor. Fue en los años 80, yo era realizador de TVE y tuve la idea de usar este artilugio como ‘ayuda’ para los presentadores. Tomé la idea de una expresión de mi madre, "te pinga (como te cuelga)" y dado que aquel aparato tenía entonces una antena le llamé pinga...nillo.  Y ahí pervive y se multiplica, lo utilizan también los árbitros, los ciclistas con su director...". 

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