Cercanía, cariño, comprensión y acompañamiento. Lisa es una de las traductoras que trabaja con Accem desde que se multiplicó el flujo migratorio de refugiados ucranianos en la provincia.
Cuando abrieron el Colegio Padres Agustinos como Centro de Emergencia de Ucrania, ella se convirtió en el gran apoyo de todas las personas que llegaban a Valencia de Don Juan con miedo e incertidumbre: "Comprendo que lo primero que necesitan al llegar es escuchar algo familiar, alguien que les explique muchas cosas", cuenta Lisa. Ahora, habiendo pasado ya varios meses, ella reconoce que todo es agradecimiento, y que es "lo más enriquecedor de este trabajo". Una labor a la que no le ve ninguna complicación.
Lisa recibió la llamada de Accem y enseguida decidió volcarse con sus vecinos ucranianos. Y es que, aunque ella considera que León ahora es "casa", no deja de pensar en sus compatriotas y en su hermana que sigue en Jersón, su ciudad natal: "Llevo muy mal todo lo que está sucediendo, es una injusticia", lamenta la traductora.
"Lo primero que necesitan al llegar es escuchar a alguien familiar"
Lisa llegó a León hace 21 años y nunca esperó que un conflicto bélico la convertiría en traductora para sus compatriotas
24/08/2022
Actualizado a
24/08/2022
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