Ambos participaron en una recepción en el Ayuntamiento de León en la que Álvarez aseguró que «es un orgullo y un honor el poder tener la oportunidad de llevar el nombre de León por toda Europa, por todo el mundo y –con es fuerzo y dedicación, porque todavía queda mucho– fuera de él. Y por qué no, incluso a la luna dentro de unos años». Por «muy complicado» que parezca esto último, recordó que tampoco hace un año y medio podía imaginar estar donde está ahora mismo, por lo que apostó por «mantener la llama de esos sueños viva».
García incidió por su parte en que «si algo tenemos en común los leoneses es precisamente ese orgullo que tenemos por nuestra tierra» y que el hecho de que ellos puedan «contribuir de alguna manera a incrementarlo» es «un gustazo, un privilegio y una maravilla». Por eso prometió que harán «todo lo posible por seguir inspirando a jóvenes generaciones y por llevar con orgullo el nombre de nuestra tierra» y que en los próximos años, «con un poco de suerte» salga incluso de «los límites de nuestro planeta».
El alcalde, José Antonio Diez, aprovechó para agradecer a ambos el «haber puesto el nombre de León en boca de todo el mundo para bien» y recordó que, como agradecimiento, el de ellos estará ligado para siempre a la ciudad, también a través de dos reconocimientos que llegarán dentro «de unos pocos meses». Serán nombrados Hijos Predilectos de la ciudad y los edificios del Complejo de Base Tecnológica pasarán a llamarse Pablo Álvarez y Sara García «para que nunca se olvide vuestra tarea y vuestro ejemplo. Vuestro logro que, permitidnos, es un poco un logro ya de toda la sociedad leonesa», apuntó. «Por todo ese esfuerzo y trabajo, por esos logros, por esos sueños, gracias. Gracias por llevar el nombre de León a lo más alto. No hay límites para León y los leoneses. Tenedlo siempre presente y recordárselo a todos los que os encontréis, aunque sea allí muy alto», concluyó Diez.