Lo cierto es que existe un “arsenal” de fármacos y alternativas terapétucias para la gran mayoría de medicinas que difícilmente se pueden adquirir en las oficinas de farmacia, pero las medidas tienen que llegar para evitar un problema de salud pública. Lo explica a Ical el secretario del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León, José Luis Nájera, que también es presidente de Colegio de Palencia. “No existe un problema de salud pública como tal, pero hay que buscar soluciones para contrarrestarlo y evitar que vaya a más”.
Para ello, los colegios autonómicos y el general han desarrollado el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), que permite detectar en tiempo real situaciones generalizadas de suministro irregular de medicamentos, y suministrar información sobre su disponibilidad para facilitar la toma de decisiones de los farmacéuticos, y contribuir a la continuidad de los tratamientos de los pacientes. Cuando la farmacia se suma al sistema genera información que permite al Consejo conocer la situación real de suministro de medicamentos en su provincia, para ascender un nivel y conocer los nacionales.
A la espera de una solución, la principal demanda del sector es que se articule un sistema por parte del Ministerio para que el farmacéutico pueda informar a los pacientes sobre la situación real del medicamento que le afecta, y para que los prescriptores sepan cuál es la situación de desabastecimeinto y busquen una alternativa terapéutica, ya que en más de un caso, y de dos, es preciso que el paciente tenga que volver a la consulta para una nueva receta.
Las propuestas del Concyl son múltiples, porque el problema también los es. Cada vez hay una mayor concentración de principios activos en una única planta, lo que implica que cuando hay un problema afecte a todos los laboratorios que se suministran de ella. Del mismo modo, a medida que mejoran los sistemas sanitarios en muchos países, la demanda es mayor y la oferta “llega hasta donde llega”. “Los laboratorios priorizan la distribución por países. España tiene una política de precios muy restrictiva, por lo que no podemos pedir que nos den prioridad si somos el país con medicamentos más baratos de Europa”, explica Nájera, para recordar que la situación del Brexit también está condicionando el suministro, y que ve necesario un compromiso de la industria. “Hay situaciones que son fáciles de solucionar, otras no tanto”, precisa.
Mientras tanto, los farmacéuticos siguen cada mañana el mismo protocolo: comenzar con la ronda de llamadas a los laboratorios para saber cuándo llegará alguna unidad del medicamento que precisan, incluso emprender la búsqueda llamando a otras farmacias por si tuvieran algún stock. “Al final, de lo que se trata es de que el paciente tenga su medicación”, concluye.
Medidas de choque
Esta misma semana, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha presentado un plan estratégico, con el horizonte puesto en 2022, que incluye, entre otras cuestiones, un plan de garantía de abastecimiento, así como aumentar las garantías, accesibilidad de los medicamentos, y mejorar la gestión económica y avanzar en asuntos como las alianzas estratégicas y la investigación.