Los gitanos leoneses quieren ser como Sebas

Sebastián Vargas, el primer gitano leonés universitario, terminó Trabajo Social el curso pasado y desde hace dos meses tiene trabajo en Murcia. Siguen sus pasos otros siete

Susana Martín
18/11/2016
 Actualizado a 15/09/2019
Sebastián Vargas se convirtió el año pasado en el primer universitario leonés de etnia gitana.
Sebastián Vargas se convirtió el año pasado en el primer universitario leonés de etnia gitana.
«De ser un referente para los míos, quiero ser uno bueno». Orgulloso y feliz se muestra Sebastián Vargas de ser el primer gitano leonés que ha concluido sus estudios universitarios. Sebas, como le llaman todos, terminó la carrera de Trabajo Social el año pasado en la Universidad de León y aún recuerda las lagrimillas de su madre en el acto de graduación. «En mi familia están superorgullosos, claro», explica este chaval de 25 años que hace un par de meses recibió una oferta laboral de Murcia y no se lo pensó dos veces: «Hay que vivir aventuras y conocer lugares, hombre, aunque me dio un poco de pena dejar atrás a todos los míos y venirme tan lejos», cuenta ya desde Calasparra, donde también tiene tiempo para estudiar un máster de orientación educativa familiar online. Lo tiene claro: «Formarse es imprescindible».

Y como él, hoy son siete los gitanos leoneses que están inmersos en sus estudios universitarios, entre ellos tres mujeres. Otros dos jóvenes –chico y chica– cursan módulos de grado superior de Formación Profesional.

Apoyo de la Fundación Monteleón


Lo detallaba este jueves el presidente de la Fundación Secretariado Gitano, Pedro Puente, que junto al gerente de la Fundación Monteleón, Francisco García Paramio, presentaron la ayuda que la entidad concede a los estudiantes gitanos matriculados en la ULE. La subvención, la primera que concede la Fundación para este fin, asciende a 4.000 euros.

Puente explicó que, pese a los lentos avances en la integración, aún se detectan altos índices de pronto abandono escolar en la etnia gitana. «Pero a través de programas como el ‘Promociona’, trabajaremos hasta que las universidades españolas se llenen de lunares y de colores», dijo, «aunque ahora ya no vistan así».

El presidente de la FSG recordó que la comunidad gitana cuenta en la provincia leonesa con unos 3.500 miembros. Subrayó el esfuerzo que hacen para conseguir que no haya institutos ni aulas ‘gueto’ y lamentó que la labor de los inspectores de Educación para evitar el absentismo escolar «no es igual de diligente en todos los casos».

No hay datos provinciales, pero la FSG revela que la media nacional de los gitanos que concluyen los estudios obligatorios de la ESO ronda el 60%, con cifras similares en todos los territorios.

El reto ahora, dijo Puente, es seguir trabajando en la promoción e inclusión social de la población gitana y apostar por la educación como «motor transformador».
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