En el caso concreto de los hoteles, los estudios realizados por Hostelería de León, como asociación principal de los negocios de la restauración y el alojamiento de la provincia, cifran la ocupación actual en el 50 por ciento. "Los hoteles que hemos sondeado están en tono al 50 por ciento de ocupación, un porcentaje mucho más bajo de lo que debería ser en estas fechas pero, bueno, van arrancando. Calculamos que será una temporada mala por mucho que se recupere en agosto lo fuerte del verano", valora el presidente Martín Méndez.
La campaña para los alojamientos leoneses llega así con muchas dudas ya que "se depende de rebrotes, vacunas, de cuánto tiempo más se tendrá miedo…". Una "incertidumbre" compartida con los bares y restaurantes que si "trabajaron muy bien" durante el fin de semana pasado, el lunes "volvieron al bajón de la realidad" y de un turismo todavía insuficiente.
Tanto para hoteles como para los bares y restaurantes buena parte de las esperanzas del 2020 están depositadas en agosto, "mes de turismo por excelencia". "Se ve en la ocupación que la gente tiene miedo. En León, las barras son un poco el termómetro y ya se pueden usar pero no se llenan como antes y tampoco están surgiendo problemas de decir a la gente que espere porque se está llenando el local", explica el presidente de Hostelería de León.
Posibles cierres
Por el momento, siete de cada diez bares leoneses han reabierto a lo largo de la desescalada y con el fin del estado de alarma. Aunque una parte de los restantes está esperando a que terminen los Erte a finales del mes de septiembre, ya que no les interesa reabrir en las circunstancias actuales, otros locales cerrarán sus puertas definitivamente.
En concreto, Hostelería de León considera que una cuarta parte de los negocios cerrarán por los efectos económicos derivados del Covid-19. "El que estaba mal, esto le ha rematado. Hay varios en el Húmedo que ya no abrirán más, como La Pintona que lleva 15 años abierto", apunta Méndez.
Aunque se estima que un 25 por ciento de los bares y restaurantes de León cerraron de manera definitiva sin saberlo el pasado mes de marzo, lo cierto es que el número total de establecimientos no se resentirá tanto. "Es un poco engañoso porque siempre llega alguien que coge el bar. El número de establecimientos igual no baja tanto porque siempre hay otra persona que se ha quedado sin trabajo y coge un bar. Las condiciones de traspaso y renta también se están moderando, porque el que tiene un local vacío y no lo consigue alquilar pues baja los precios. Al final, siempre hay quien lo coge porque hay cierto intrusismo de personas que no vienen del sector y se meten en la hostelería. Sin embargo, este es un oficio muy sacrificado y muy esclavo, hay que ser gestor también", expone el representante de los hosteleros leoneses.
Por ello, para evitar el mayor número posible de cierres de negocios, el sector continúa pidiendo alargar los Erte hasta finales de año. "La demanda ha caído mucho y más que para no abrir es para poder ir sacando plantilla según las necesidades", comenta Méndez.
Desde Hostelería de León consideran que esta medida es "muy importante" para la supervivencia de las empresas. En las condiciones actuales, los hosteleros consideran que es "inviable" sacar a todos los empleados del Erte y temen que la cláusula de mantener el empleo los seis meses siguientes pueda pasar factura a muchos negocios del sector en la provincia.
¿Miedo en la calle?
La recuperación pasa entonces, en gran medida, por la confianza de la calle. El miedo a posibles contagios sigue presente en gran parte de la sociedad y desde todos los ámbitos se sigue llamando a la cautela para evitar rebrotes. "Hay cierto miedo" que se salva con las temperaturas propias del verano. "La gente está buscando mucho la calle y el 'terraceo' de verano, pero el interior de los locales sigue muy tranquilo", asegura Martín Méndez.
En la zona del centro y el Casco Antiguo de León existe una mayor dependencia del turismo dado que supone "un porcentaje alto del total de clientes". Mientras tanto, en los barrios están "ayudando mucho" las terrazas ubicadas en los aparcamientos. En estos casos, la mayoría de las empresas hosteleras están formadas por matrimonios con uno o ningún trabajador, por lo que tienen una menor dependencia del Erte para mantener a flote su negocio.