Aunque aún no se ha recibido ese primer cobro, en las calles de León ya hay disparidad de opiniones. Los leoneses verán cómo su paga aumentará entre los 70 y los 240 euros al mes y las personas que disfrutan de la pensión máxima cobrarán, por primera vez, más de 3.000 euros. Algunos pensionistas en la ciudad se muestran contentos con esta subida, sobre todo para los que cobran menos, como así expresa Emilio: "Los que reciben de mil euros para abajo es muy poco". Todo pese a que vaya acompañada de un encarecimiento de los productos básicos, aunque "peor sería que no subiera", dice Mercedes.
Otros, sin embargo, se siguen manteniendo escépticos ante estos cambios. Los hay quienes las consideran un “remiendo” y los que piensan que su cartera no va a notar el aumento dada la inflación y la subida del IPC porque, como explica Miguel, "lo que va a quedar por un lado nos lo van a quitar por otro".
Y también en la calle aparecen los más reivindicativos, como es el caso de Teresa. "Los que tienen más necesidades que tengan más pensión, y los demás menos", argumenta. Ella cree en un reparto equitativo de la riqueza, por lo menos, en la última etapa de la vida ya que "como los sueldos son tan desiguales, por lo menos las retribuciones los igualarían".
Manifestación quincenal
Para hablar de reivindicaciones está la Coordinadora de León por la Defensa del Sistema Público de Pensiones que como cada 15 días se manifiesta junto al Museo Botines para reclamar unas retribuciones públicas dignas para todas las personas. En esta primera concentración del 2023, valoran la subida como insuficiente ya que "el 50 % de las pensiones en España no superan los 800 euros, que es el umbral de la pobreza" y añade que "se tiene que ir avanzando gradualmente hasta alcanzar el Salario Mínimo Interprofesional, lo que sería una retribución digna", cuenta Manuel Colinas, representante de la Coordinadora:
Repasan también sus peticiones al Ayuntamiento, al que solicitan mejorar la ayuda a domicilio, un programa de cuidados a personas mayores en el medio rural para la Diputación y la apertura de los centros de salud de Villaquilambre y San Andrés del Rabanedo como exigencia para la Junta de Castilla y León. Año nuevo, pero siguen las reivindicaciones.