Su caso saltó a los medios por la decisión de un puñado de afectados que decidió no rendirse sin pelear. Habían invertido sus ahorros en un piso que querían convertir en su hogar. Sólo lo habían visto sobre plano pero en su cabeza ya habían repartido las habitaciones y casi que hasta colgado las cortinas. Es lo que tiene la ilusión, que va por delante de la realidad y, en este caso, la realidad fue bastante cruel. Los compradores de aquellas viviendas que promovía Orozco Building en Trobajo del Camino, en su mayoría parejas jóvenes, se quedaron compuestas y sin novio cuando la promotora quebró, o lo que es lo mismo aplicado al caso: sin piso y sin el dinero que habían depositado en la entidad bancaria al firmar el contrato de arras (entre 6.000 y 20.000 euros) mientras esperaban a que el edificio acabase de construirse, un edificio que, todavía sin acabar, pasó a ser propiedad de la entidad financiera hipotecante de la obra.
El 100% de los perjudicados por la quiebra de Orozco y otras constructoras han recuperado su dineroEs imposible reducir a unas cuantas líneas los diez años que han pasado todas estas familias. Su desventura comenzó en 2007 y no ha sido hasta este mismo año cuando han visto reintegrado su dinero (y con intereses) en su cuenta. Y eso que hubo momentos en los que lo dieron todo por perdido, pero por el camino se toparon con un abogado que se ofreció a luchar junto a ellos. El letrado leonés Jorge Acero, de Acero Abogados, tuvo conocimiento del asunto por una de las parejas afectadas y, respondiendo a su solicitud de ayuda, ofreció asesoramiento a un grupo de perjudicados que, finalmente, solicitó sus servicios para llevar a los juzgados todo este asunto que, más de una década después, ha logrado una condena por vía penal a los administradores de la promotora y un resarcimiento por vía civil para los afectados, pero no sólo de los procesados, que se han declarado insolventes y han recurrido la sentencia de la Audiencia Provincial de León al Supremo, sino de las entidades bancarias en las que se depositó el dinero que los compradores dieron como señal.
Tal y como explica el abogado Jorge Acero, «en el año 2015 el Tribunal Supremo abrió la puerta a que los consumidores pudieran reclamar, en vía civil, las cantidades entregadas a cuenta para la compra de viviendas en construcción y que hubieran sido depositadas en entidades bancarias; un criterio que se consolidaba por el Supremo a lo largo de 2016 y 2017». Era una vía novedosa, pero Acero les propone intentarlo con la garantía de que, si no prosperaba, ni letrado ni procurador les cobrarían por los servicios. Los afectados de Orozco Building sólo podían ganar: el asunto por vía penal avanzaba a pedales y los administradores a los que reclamaban su dinero se habían declarado insolventes, así que dadas las facilidades que les proponía el abogado decidieron seguir su consejo. El resultado es que a día de hoy el 100% de los asuntos interpuestos por Acero Abogados ha resultado estimado y «no sólo se ha recuperado el dinero, sino que se ha condenado a la entidad bancaria depositaria de las cantidades al pago de intereses». Y eso ha pasado con la promoción de Orozco Building y con otras similares de constructoras quebradas que también se han llevado desde este despacho.
Por ello, Jorge Acero indica que «todo aquel particular que en su día entregara dinero en la entidad bancaria señalada por la constructora para la compra de una vivienda en construcción y lo haya perdido al no llevarse a efecto la obra por problemas económicos de la empresa, todavía hoy puede efectuar la reclamación de la totalidad de su dinero más los intereses». Eso sí, advierte que existe un plazo de prescripción, octubre de 2020, «quien no haya reclamado antes de entonces puede perder definitivamente la posibilidad de recuperar dichas cantidades».
Los que adelantaron dinero para un piso y lo perdieron aún pueden recuperarlo
En 2020 prescribe el plazo para recurrir a esta vía abierta por el Tribunal Supremo
05/08/2019
Actualizado a
19/09/2019
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