Los trabajadores niegan "la violencia" contra el PSOE y le acusan de "mentir"

El representante de los trabajadores del polideportivo de Navatejera, José Manuel Valencia, emitió este viernes un comunicado para defenderse ante las acusaciones del socialista Jorge Pérez Robles, que los ha denunciado ante la Guardia Civil por amenazas, intento de agresión y coacciones. «Ante todo dejar claro que los primeros en rechazar y condenar unánimemente la violencia son los propios trabajadores del polideportivo, no sintiéndose en absoluto orgullosos de la situación desencadenada. No obstante, quiero aclarar que la violencia que injustamente atribuye el vocal a los trabajadores que, no es tal y ha sido usada previamente por los representantes de la Junta Vecinal contra los empleados en forma de engaños, presiones y manipulación», expuso.

«Nuevamente las declaraciones del vocal de la Junta Vecinal están rodeadas de mentiras e injurias aprovechando cualquier circunstancia para engañar a todo el mundo y crear una cortina de humo siempre con el fin último de aprovechar la situación para desviar la atención del problema real y utilizarlo para sus siniestras maniobras, siempre ávido de poder y confrontación con sus adversarios políticos», agregó el representante de los trabajadores, uno de los ocho despedidos, que rechazó que agredieran a Pérez Robles o a la pedánea, Berta Llamazares. «En absoluto nos sentimos orgullosos de faltar a nadie, ni de las reacciones de los trabajadores, que no pasaron de insultos, como afirma Jorge Pérez», agregó.

Uno de los menosprecios que presuntamente le dijeron a Llamazares fue que es «la sindicalista que cobra tres salarios», algo que ya fue negado por su compañero de partido, ya que en la Junta Vecinal no cobra nadie, ni la pedánea ni los vocales, y ayer también fue rechazado por FeSMC-UGT, que además de confirmar que no percibe ninguna cuantía por ser afiliada o delegada, aseguró que no tolerarán «que se ensucie el nombre de FeSMC-UGT en León».

Por otra parte, el Ayuntamiento de Villaquilambre pidió a la Junta Vecinal «que reconsidere los ocho despidos», además de recordar «el sufrimiento» de las familias de los 17 trabajadores. Por último, mostró su «total disposición, en la medida de sus posibilidades, para encontrar una salida a esta crisis».