La feria exposición de ganado celebrada este domingo en Lugueros sigue aportando innovaciones. Desde el consistorio se ha conseguido desplazar la ubicación de las casetas que anteriormente ocupaban la plaza del Ayuntamiento a una extensa pradera para dar así cabida incluso a una mayor presencia de expositores, consiguiendo además liberar el paso por la plaza a las localidades de Redilluera y Llamazares, todo un acierto municipal.
Entre las novedades, se pudo ver una extensa colección de gallinas procedentes del corral del joven Alejandro Alonso que cuenta con más de 75 ejemplares procedentes de todas las regiones de España, Japón, India, Francia, China o Chile entre otras, luciendo no un negocio sino una afición heredada de su abuelo y que implica a toda la familia. Entre los diversos ejemplares se pudo contemplar a gallinas de la raza Brahma, una de las más grandes del planeta procedente de India. En los campos de Lugueros se concentraba el vacuno, el equino y el perro pastor mastín para ser calificados por un experto jurado y poder optar a premios.
Desde los campos se organizaron también paseos a caballo para los más pequeños, con pasacalles y desfile de los pendones de Lugueros, Montuerto y Redilluera así como varios estandartes del Curueño para segudiamente trasladarse a la iglesia parroquial y asistir a la Santa Misa en honor del Santo Cristo de la Paz. Tras la entrega de premios la explanada anexa a la carpa fue el centro de atención del público con la presencia de Carlos Ibarrondo, asador profesional procedente de Elorrio (Vizcaya), asando una ternera de 270 kilos en canal.
«Llevo muchos años dedicándome a esto, esta ternera me ha llevado más de 12 horas el hacerla, empecé ya el viernes a la una de la mañana y a las dos ya tenia el aparejo con el fuego encendido y desde entonces hasta ahora a base de un fuego lento con carbón vegetal se consigue que la carne esté igualada». Carlos suele hacer entre 150 y 180 asados al año por toda España, pero además también es ganadero de la raza limusina: « A mí me gusta esto y mientras pueda seguiré haciéndolo, además de atender a mis reses». Tras la comida de hermandad se celebró un bonito espectáculo ecuestre y un concierto de música tradicional leonesa, para cerrar con una verbena con la artista Mónica Duna.