Lugueros se suma a la "lista triste" de los pueblos sin bar

En la memoria de Lugueros hay nombres que se repiten, de bares, los puntos de reunión: El González, cerrado hace bastantes años; El Peña, que bajó la trapa con una fiesta de despedida en 2019 y ahora, hace tan solo unos días, otro histórico y un referente de la gastronomía leonesa, el restaurante Bodón, que también tuvo una celebración de adiós, que suelen ser tristes, con la esperanza de que el cierre pueda ser temporal pero sin visos de se cumplan estos deseos. "Mala pinta tiene la cosa". A Feli Gutiérrez, el alma del Bodón, le ha llegado la hora de la jubilación y así se cierra la historia de uno de esos bares de comidas de toda la vida, de los que abría los 365 días del año, de esos que siempre marchabas satisfecho con la oferta de platos, de cocina tradicional y buen hacer a los fogones.

Tres lugares cargados de historia y de historias. Está también el lujoso Centro de Turismo Rural, el remodelado antiguo cuartel de la Guardia Civil, pero que ya lleva tiempo cerrado.

Ya lo decía Marisa, la del Peña, cuando cerraban el bar después de 53 años en el pueblo y la familia alguno más en el puerto: "Cerrar un bar es inevitable, cuando llega la hora, volverlo a abrir es otra historia".

Otra historia que se ha vuelto a vivir en Lugueros, donde es una novedad no tener bar "desde al menos 200 años, que es de lo que me acuerdo yo", decía con socarronería Julito El Rebeco al tener que reconocer que Lugueros se incorpora a la lista triste de pueblos sin bar y que deberían tenerlo, por nombre e historia.

Por cierto, El Ferral sigue igual, todas las trapas están bajadas.