Mansilla de las Mulas volvió a cumplir con San Martín, la fiesta del 11 de noviembre que cada año, desde finales del siglo XV, es sinónimo de feria multisectorial en la villa del Esla. La que fuera en origen una muestra ganadera, se ha ido adaptando al paso del tiempo, y este lunes contó con unos 40 puestos de productos de alimentación y artesanía en la carpa situada junto a la ermita de la Virgen de Gracia.
Allí, al olor del churrasco y del pulpo que se cocinaban al lado, se vendían productos llegados de otros puntos de la provincia de León. Era el caso de las monjas benedictinas de Sahagún que se estrenaban en esta feria vendiendo sus amarguillos, pero también había productores de otras zonas cercanas. "Venimos de Toro, Zamora, y esta feria para nosotros es una tradición", contaba Francisca de la Calle, de Embutidos Fancho.
Tras la carpa de productos, inaugurada a mediodía por autoridades locales y provinciales, se extendían varios metros de exposición de maquinaria agrícola y ganadera a lo largo de la avenida de la Constitución. Había tractores, diferentes aperos de labranza, una muestra de instalaciones ganaderas y pequeñas carpas de fitosanitarios, si bien la muestra era menor que otros años.
El mercadillo con productores ambulantes de ropa, hortalizas y verduras culminaba un día que volvió a atraer a centenares de visitantes a Mansilla de las Mulas, que tampoco se perderían las Jornadas Gastronómicas del Bacalao, con una degustación a las siete de la tarde. Eso sí, el campeonato nacional de arada tendrá que esperar, pues ha sido aplazado por la tragedia de Valencia.