Mansilla de las Mulas honra estos días a la Virgen de Gracia con un amplio abanico de actividades. Las campanadas de inicio de las fiestas sonaron este sábado a mediodía desde las torres de la Ermita, Santa María, San Martín y el Ayuntamiento y luego hubo desfile de gigantes y cabezudos, torneo de baloncesto y juegos tradicionales.
Todo ello antes de que al ocaso llegase el pregón de fiestas, protagonizado en esta ocasión por Juan Antonio García Lorenzana, ‘Juanín’, desde el balcón del Ayuntamiento. Leyenda viva del balonmano, durante su intervención se mostró «orgulloso» por haber sido invitado a pregonar las fiestas de una localidad en la que, después de retirarse, recibió un premio a toda su trayectoria que le concedió la Federación de Castilla y León de Balonmano. Además, quiso recordar sus partidos con el Ademar B y contra el Balonmano Mansilla cuando era una «promesa».
El pregonero dejó clara además su «pasión» por el medio rural. «Me gusta recorrer los pueblos, hablar con los paisanos y conocer los secretos de los ríos, pues la pesca es, con permiso del balonmano, mi deporte favorito. Las aguas del Esla han sido en numerosas ocasiones el lugar elegido para practicar la pesca, pues no en vano se trata de uno de los ríos más importantes de esta provincia», agregó.
La muralla, la Plaza Mayor y los atractivos gastronómicos –con el tomate a la cabeza– fueron otros elementos ensalzados por ‘Juanín’ a la hora de hablar de una localidad que «ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y no ha perdido la relevancia que tuvo en su día, convirtiéndose en el mejor guardián de nuestras tradiciones». «Pero si por algo me llama la atención Mansilla es porque no ha perdido su carácter integrador. Para obligada del Camino de Santiago, histórico cruce de caminos, punto de encuentro para tratantes y ganaderos, para agricultores y hortelanos, aquí se puede encontrar cuando das un paseo por las calles a gentes de nacionalidades muy distintas, bien sean peregrinos de paso o trabajadores de la zona. Así ha sido y seguirá siendo, porque Mansilla es tierra de acogida y aquí tienen cabida gentes que, en ocasiones, no tienen mucho que ver entre sí, pero que encuentran el mejor lugar para desarrollar su proyecto de vida», concluyó.