En el segundo y último debate de la campaña electoral de cara a las elecciones del 13 de febrero, la postura de Mañueco se centró en reivindicar su experiencia y la de su partido en los gobiernos autonómicos durante los últimos 35 años para señalar que el suyo es “el único proyecto posible” para la comunidad, mientras que tanto el líder socialista en Castilla y León como Francisco Igea acusaron a la formación popular de “prometer pero no hacer” durante ese tiempo.
Bloque sanitario
Comenzó el debate con el bloque sanitario, en el que Mañueco y Tudanca coincidieron a la hora de garantizar la apertura de los consultorios en el medio rural, una medida que fue especialmente criticada por Igea al acusar a ambos candidatos de “mentir a la población” por realizar “promesas imposibles” con el “carro de los caramelos” por las localidades en campaña, frente a lo que se comprometió a “emprender una improrrogable reforma de la atención primaria”.
Respondió Tudanca afeando tanto al candidato liberal como principalmente a Mañueco el haber “dinamitado” el acuerdo con los profesionales, de los que aseguró que “han dicho que no merecía seguir como presidente” por haber 1.000 profesionales menos y 350.000 personas en listas de espera, mientras que el candidato popular se centró en reivindicar que la Sanidad de Castilla y León es “la mejor de España” y prometió, además de blindar la atención en el medio rural, un Pacto por la Sanidad que pidió al Gobierno que se amplíe al territorio nacional, así como “más plazas MIR”.
Violencia de Género
A continuación, en el bloque sobre servicios sociales y dependencia, el debate se centró precisamente en la lucha contra la violencia de género, al cuestionar tanto Tudanca como Igea que un hipotético pacto de Mañueco con Vox pueda “tirar” las políticas contra esta lacra y en favor de la igualdad entre hombres y mujeres, que el candidato popular aseguró que mantendrá: “Ni un paso atrás en la lucha contra la violencia de género”.
También en este bloque aprovechó Mañueco para defender a la Comunidad como “líder” en la prestación de servicios sociales y dependencia en el conjunto del país, gracias a un mayor presupuesto y un incremento de profesionales que convierten a Castilla y León en “el espejo en el que se miran todas las comunidades”, frente a lo que Tudanca planteó un cambio hacia una “economía de cuidados” tras verse “las costuras” del sistema durante la pandemia, e Igea lamentó “tener el mayor porcentaje de personas mayores en residencias de España” planteando un cambio para que la Comunidad sea el lugar donde más ancianos “estén en sus domicilios”.
Cruce de acusaciones
En el tercer bloque, referente a la economía, Igea y Tudanca se unieron para criticar la convocatoria de elecciones si “la economía va bien”, como aseguró durante el debate Mañueco, que centró su defensa en asegurar que su Ejecutivo “baja impuestos, ayuda a autónomos y crea planes industriales” mientras el Gobierno de España “ataca la automoción, la carne, el azúcar y margina a Castilla y León en los fondos europeos”.
Igea se dirigió entonces a Mañueco para pedirle que “hable de Castilla y León”, asegurando que su intervención en ese bloque “se la ha escrito Pablo Casado”, y en cuanto a la bajada de impuestos, reivindicó que solo se cumple “cuando está Ciudadanos en el Gobierno”. Mientras, Tudanca recordó a Mañueco que “debería estar pensando en cómo gestionar los fondos europeos” en vez de haber convocado elecciones pero, una vez en marcha, prometió aprovecharlos para una recuperación que “supere los desequilibrios”.
Volvió a salir a colación el Gobierno de España en el cuarto bloque, referente a infraestructuras, dado que Mañueco tiró de la “lista de agravios” de la que acusa al Ejecutivo nacional, principalmente en relación al “hachazo” que se pretende impulsar en las autovías, mientras que Tudanca reconoció la existencia de inversiones pendientes de las que también acusó a la Junta, por haber dejado sin ejecutar 2.300 millones en este apartado.
Mientras, Igea centró sus críticas en los partidos a los que representan sus oponentes al asegurar que hacen una “gestión clientelar” de las infraestructuras que sacan en campaña electoral como “bolsa de caramelos”, pidiendo frente a ello la reposición de las frecuencias del tren de alta velocidad y que se acabe la autovía del Duero.
Igea propone un “gran acuerdo”
En el último bloque, correspondiente a los pactos post-electorales, Mañueco se centró en reivindicar que su único acuerdo es “con los ciudadanos”, mientras que tanto Tudanca como Igea trataron de arrancar del candidato popular alguna declaración que aclarase un posible pacto con Vox tras las elecciones del 13 de febrero. Una formación con la que el líder socialista aseguró que no pactará “nunca” al señalarlo como “línea roja”, mientras que Igea amplió ese ‘cordón sanitario’ a “todos los extremos” y llegó a plantear un gran acuerdo entre los partidos moderados, “sin frentismos ni trincheras”, para no volver a convocar elecciones.
Concluyó el debate, tras el bloque sobre los pactos, con el minuto final de cada candidato, en el que Igea recordó a la ciudadanía que “si no se levantan y van a votar, alguien va a decidir por ustedes y casi seguro que no les va a gustar”, mientras que Tudanca pidió el sufragio para completar “un cambio imparable” y Mañueco concluyó el debate solicitando el voto para que Castilla y León siga “siendo eficaz” en toda España.