Que la ciudad de León tiene un problema de tráfico en lo que se refiere a los entornos de los colegios en las horas de inicio y final de las clases es algo evidente. Uno de los que más alumnos tiene, que además se encuentra en una zona céntrica de la ciudad y que por tanto más conflictos generaba en este sentido es Maristas San José. El colegio ha tomado la decisión desde el inicio del curso de abrir las puertas de uno de sus patios para que los padres puedan aparcar allí sus coches a la hora de dejar y recoger a sus hijos, una decisión controvertida que ha generado un buen número de partidarios y también de detractores.
Desde el colegio aseguran que la medida tiene como objetivo desaturar la zona de la calle Álvaro López Núñez y el entorno del Espolón, donde los coches mal aparcados, en doble fila o invadiendo vados generaban numerosos problemas a los vecinos y a todos los que debían pasar por una arteria clave de la ciudad a las horas punta de entrada y salida de alumnos al colegio. Sin embargo, los que ahora se muestran en contra de la medida son los vecinos de las calles que permiten precisamente acceder a ese patio posterior que da a la calle Marqués de Fontiyuelo.
Los comentarios a favor y en contra se han dejado ver en las redes sociales, desde aquellos que lo critican con ironía señalando que "ya era hora que los patios se usen para aparcar en lugar de para que jueguen los niños" a aquellos que agradecen la medid "que nos facilita la vida a todos los padres y alumnos. Estamos utilizando este servicio desde el primer día y no hemos visto ni un solo atasco".