El descanso también es trabajo. Ayuda a rendir, mejora la concentración y es necesario para que cada uno saque la mejor versión de sí mismo. Una filosofía que tienen clara en el Colegio Marista San José, donde comienzan cada clase de Educación Emocional con una pequeña sesión de relajación. Después, en sus libros, los alumnos escriben cómo se sienten y qué necesitan.
Todo para trabajar la salud mental y la gestión de las emociones desde la infancia. María Jesús Larraz, jefa de estudios de Infantil y Primaria en los Maristas, explica que este centro educativo leonés imparte como materia curricular Educación Emocional al tener activo un proyecto de autonomía.
Las clases comienzan con una sesión de relajación y, después, los alumnos anotan en un libro cómo se sienten
Lejos de ser una asignatura ‘María’, estas clases de Educación Emocional se antojan indispensable para «reforzar la empatía y la autoestima» de los niños y niñas. «Les ayudamos a que identifiquen sus emociones y que esto les ayude en el manejo de los conflictos que surgen en el día a día. También a que reconozcan sus errores y tengan experiencias motivadoras», valora María Jesús Larraz.
Aunque esta materia se imparte durante los seis cursos de Primaria, ya en Infantil se emprenden siete sesiones con «algunas pinceladas» como respirar con tranquilidad o escuchar al cuerpo. Aspectos que también se trabajan más adelante, en la Secundaria y con la asignatura de Psicología, enfocándose directamente en la salud mental para que los alumnos «se sientan con la confianza de hablar sobre cualquier cosa que les ocurra».
María Jesús Larraz, jefa de estudios de Primaria: "Les ayudamos a que identifiquen sus emociones"
A este respecto, en Maristas consideran que los centros educativos no deben «esconder» la salud mental y que han sido los propios alumnos los que han tomado la iniciativa de «fomentar el bienestar emocional» a través de talleres, carteles y un blog. «Lo que hacemos es apoyar y acompañar. Hablamos porque creemos que el silencio no es una opción, que cada voz cuenta y que cada emoción importa», manifiesta la jefa de estudios de Primaria.
De esta manera, en todas las etapas educativas en el Colegio Marista San José la salud mental se plantea como un asunto transversal para que «deje de ser un tabú» en el ámbito educativo. Tal y como apuntan desde los Maristas, son los propios alumnos los que están «entrenados» para que el proceso de «escucharse y apoyarse los unos a los otros» sea de lo más natural en sus aulas.