«Es que yo ni robé, ni cogí dinero, ni hice ninguna tropelía», señala el alcalde de Cuadros, «yo, nada de nada». Asegura no haber podido echar un vistazo al sumario del caso, 60 tomos que incluyen numerosas alusiones a su persona, «pero lo tiene mi abogado, Ricardo Gavilanes».
Además, Martínez Barazón reitera que «es absolutamente inocente» y reconoce que «lo pasé fatal los 45 días que estuve en la cárcel, dando vueltas en la cabeza a qué hacía yo allí dentro».
«Ahora estoy tranquilo. Siempre lo he estado, pero también estuve enfadado y destrozado», señala Martínez Barazón, que dice tener «muchas ganas de que se sepa la verdad».
Me duele tener que ver declaraciones del sumario de cómo salvaban el culo y me echaban mierda a mí También comenta que no le han gustado algunas de las páginas que se han publicado sobre el caso, como las partes del sumario que recogen algunas declaraciones, aunque no precisa cuáles. «Me duele tener que ver declaraciones del sumario de cómo algunos salvaban el culo y me echaban mierda a mí», señala, y cuenta que «hay personas que para mí ya no existen».
Tras su mediática detención en la Diputación el 27 de de octubre de 2014 y después de pasar 43 días entre rejas, Marcos Martínez Barazón tuvo que pagar una fianza de 30.000 para recuperar la libertad y poder pasar la Navidad con su familia. El 11 de diciembre, quien fuera presidente de la Diputación de León durante apenas cinco meses sale de prisión, y cinco días más tarde reaparece en la Diputación, donde ya es diputado no adscrito.
Ese día, Martínez Barazón comparece eufórico ante decenas de medios de comunicación de todo el país y responde a todas las preguntas de los periodistas. Cuenta que no conoce a Francisco Granados, ni a David Marjaliza –aún en prisión por su vinculación en la trama Púnica–, y que a De Pedro «sólo le conocía a través de Isabel Carrasco, que era quien tenía tratos con él».
Ahora estoy tranquilo. Siempre lo he estado, pero también estuve enfadado y destrozado Ese día, Marcos apuntó hacia dirigentes del PP en Castilla y León , de los que dijo que habían ido a por él «a degüello» y la respuesta desde Valladolid no tardó en llegar. El entonces consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, soltó un mensaje demoledor: «Que explique por qué salió esposado del despacho». Un mensaje que provocó el silencio repentino de Marcos Martínez, pese a que había comprometido entrevistas que finalmente esquivó «por recomendación de su abogado».
– ¿No va a responder a De Santiago?
– «De momento me voy a callar», dijo entonces Marcos desde su nuevo despacho en el Palacio de los Guzmanes, ya fuera del PP y en la oposición.
Y Martínez Barazón no había vuelto a hacer declaraciones a la prensa más allá del «soy completamente inocente y lo demostraré en sede judicial».
"Tenemos cuatro años por delante para hacer la de dios"
En el sumario del caso Púnica se recoge que el expresidente de la Diputación, imputado por el juez Eloy Velasco, puso en marcha varios procedimientos negociados de contratación vinculados a la estación de esquí de San Isidro en los que únicamente fueron invitadas empresas vinculadas a De Pedro, según el magistrado. «Tenemos cuatro años por delante para hacer la de dios», dice Barazón en una de las conversaciones con De Pedro interceptadas por la Guardia Civil. «Ya lo sacaríamos de manera que pudiéramos adjudicároslas a vosotros», asegura también.
Además, Marcos Martínez pretendía tener participación en alguna de las empresas que resultarían adjudicatarias de los concursos, tal y como declaró ante el juez otro de los imputados, Francisco Eduardo Ruiz Valenzuela ‘Eduardo’, que aseguró que «Alejandro de Pedro le indicó que iba a formar una sociedad con el presidente de la Diputación de León, mediante la cual querían participar en la gestión de las cafeterías localizadas en la estación de esquí de San Isidro, que del total de los beneficios se querían llevar mediante esa sociedad un 75%».
En esas conversaciones, Martínez Barazón le dice a De Pedro que con el diputado de Turismo [Miguel Ángel del Egido] «las palabras justas, que luego se chiva al periódico». En otro momento, Marcos le comenta que a una comida va a llevar a un alcalde, y que por la tarde va a ir el diputado de Turismo, «pero que no se lo pueden decir».