El examen se realizó el pasado día 20 en Zamora y a lo largo de la semana pasada opositores de varias provincias ya presentaron sus quejas por las presuntas irregularidades en el proceso. Aproximadamente un tercio de los 7.300 opositores fueron citados en las facultades universitarias de la capital zamorana y el resto, la gran mayoría, en el recinto conocido como Ifeza. Fue en este emplazamiento en el que presuntamente varios opositores utilizaron dispositivos de escucha, teléfonos móviles y apuntes para copiar y obtener una calificación más alta en la prueba.
Según explica Arturo Menéndez, representante provincial del Sindicato Asambleario de Celadores y Personal de Gestión y Servicios (SAC), han instado a la Consejería a abrir una investigación para esclarecer lo ocurrido. "Las personas que estaban haciendo el examen salían continuamente al baño sin ningún vigilante. Consideramos que no ha habido igualdad porque, según nos comentan, había quien estaba haciendo uso de móviles y pinganillos. También nos dicen que otros tenían los apuntes directamente encima de la mesa", asegura el representante sindical.
Un paso más allá van los afectados, como es el caso de una joven leonesa con la que se ha puesto en contacto este periódico. "Cuando nos quejamos que había gente que estaba copiando, la respuesta de quienes vigilaban el examen es que copiáramos nosotros también", relata esta afectada en el proceso.
Los más de 100 leoneses que han presentado sus quejas por el desarrollo de la oposición quieren "llevar hasta el final" las impugnaciones para que el examen no sea válido y se repita. De esta manera, las fuentes consultadas por este periódico aseguran que llevarán el caso al Consejo Consultivo de Castilla y León, al Procurador del Común y al Defensor del Pueblo. "La impugnación completa nos comentan que es complicado. Pero hemos consultado a varios abogados que nos dicen que hay posibilidades de que se repita", indica una de las damnificadas por las presuntas irregularidades.
Más fallos durante la prueba
Las trampas no fueron lo único que no se desarrolló con normalidad durante las oposiciones para operario de servicio. Según exponen los leoneses afectados, el examen comenzó con una hora y 20 minutos de retraso y en las pruebas escritas había varios errores ortográficos y de contenido. Unos motivos que también piensan utilizar para lograr que las pruebas se repitan.