Respecto al impacto que supone en el Consistorio berciano la división en el Congreso que amenaza con las terceras elecciones generales en un año, Merayo aseguró que «ya se han elevado las cuestiones pertinentes a la interventora» y que «en cuestión de días» se conocerá qué transferencias se mantienen y cuáles podrían quedarse congeladas.
La alcaldesa afronta el nuevo curso político con la ambición de aumentar la presencia de Ponferrada tanto en los presupuestos de la Junta de Castilla y León como en los Presupuestos Generales del Estado. También será un reto la aprobación de las cuentas locales para el próximo ejercicio. En 2016, los presupuestos salieron adelante gracias a las abstenciones de Ciudadanos, PRB, Ponferrada en Común y USE Bierzo y al apoyo de Coalición por el Bierzo y el Partido Socialista, que ya ha avanzado este último que espera algo más de los populares para volver a contar con su voto.
Además de las cuentas, Merayo afronta el nuevo curso político con la voluntad de crear un plan de infraestructuras. Para ello, la alcaldesa ve fundamental llevar a cabo «una planificación del Ayuntamiento a diez años», por lo que tiende la mano al resto de formaciones que componen el Consistorio para evitar un colapso similar al que está sufriendo el Gobierno estatal. «Es necesaria la colaboración de todas las fuerzas políticas. Espero contar de verdad con la colaboración y las ideas de todos», dijo.
Defensa de las señales ‘Kiss & Go’
Por otra parte, el concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Ponferrada, Ricardo Miranda, defendió este domingo las nuevas señales ‘Kiss & Go’ para evitar aglomeraciones a las horas de entrada y salida del colegio ante las críticas de Ponferrada en Común porque las señales estén en inglés. «El hecho de que la señal esté escrita en inglés responde a que es un proyecto que se enmarca en la Semana Europea de la Movilidad y, por lo tanto, se usa un idioma común para todos los países participantes», aclaró.
El edil explicó que los carteles no son una idea del Ayuntamiento de Ponferrada, sino que la iniciativa está en marcha en países como Italia, Reino Unido, Francia o Alemania, así como en ciudades españolas como Madrid y Hospitalet de Llobregat. «En todos los casos la señal es similar y con el lema escrito en inglés, ya que se trata de un cartel homologado», declaró.