Los migrantes de Villarrodrigo se integran con normalidad

Hacen deporte, están bien alimentados y disfrutan de ver jugar a la selección española

03/07/2024
 Actualizado a 03/07/2024
Una parte del grupo de migrantes en Villarrodrigo. | MAURICIO PEÑA
Una parte del grupo de migrantes en Villarrodrigo. | MAURICIO PEÑA

Poco más de una semana ha pasado desde que los refugiados reubicados desde Canarias y provenientes de Mali y Senegal llegaron hasta la localidad leonesa de Villarrodrigo de las Regueras. Pese al ruido provocado por la mala comunicación gubernamental, la utilización de las redes sociales por grupos de extrema derecha para causar miedo y los intereses enfrentados de la política en Villaquilambre, los más de cien migrantes que habitan en el Chalet del Pozo ya se integran prácticamente como un vecino más del lugar.

Los habitantes de la zona les han visto dar paseos en pequeños grupos, sin molestar a nadie, con suficiente ropa para combatir el frío y el calor de León y además poder jugar libremente al fútbol, improvisando un campo en el propio aparcamiento del centro hotelero hasta hace poco abandonado en el que se les ha instalado. Y justamente esta afición por el llamado deporte rey la viven como un español más cuando juega 'la Roja', algunos de ellos incluso ataviados con la rojigualda para mostrar su apoyo al equipo nacional.

Además, han conseguido mejorar la seguridad de la localidad porque su presencia en lo que antaño fuera un hotel ha motivado a la creación de un paso de cebra frente al edificio para prevenir accidentes.

Siguiendo el plan establecido por la organización San Juan de Dios, organismo encargado de la integración y acogida de estas 150 personas, los migrantes se han hecho pruebas médicas y ya están inmersos en los cursos de formación, priorizando las clases de castellano.

Cabe recordar que la llegada de estas personas, todos hombres y mayores de edad a los que se les ofrecerá quedarse en León para trabajar si así lo desean, generó gran polémica en el municipio de Villaquilambre.

La poca información proveniente desde el Gobierno central alimentó los bulos en las redes sociales con mensajes racistas y prejuicios infundados, unos hechos que aprovecharon los partidos políticos de la derecha para agitar a las masas, hasta el punto de que los vecinos de la localidad se manifestaron varias veces frente al Consistorio y a la Subdelegación del Gobierno en León para tratar de impedir la acogida.

Pero sin duda alguna el momento más tenso del episodio fue la realización de un pleno extraordinario convocado por los cinco concejales del Partido Popular en Villaquilambre, un pleno en el que varios espectadores increparon al alcalde hasta el punto en el que el edil tuvo que solicitar a la policía que desalojasen la sala. Ante estos hechos, los grupos de la oposición también abandonaron el pleno (incluidos los convocantes) y tildaron de "dictador" al alcalde Jorge Pérez.

Finalmente, los refugiados llegaron un día antes de lo previsto, en pequeños grupos (primero 40, luego 60 y, por último, llegarán 50) con ropas de abrigo porque les avisaron de las bajas temperaturas que sufría León por aquel entonces. Su primer día lo aprovecharon para jugar a la pelota en el parking del terreno y dar paseos por el barrio, un barrio que ha demostrado ser tolerante y acogedor con los más necesitados.

En principio, los migrantes estarán hasta finales de agosto en el llamado chalé de Pozo, pero desde el Gobierno ya se advierte de que esa previsión es ampliable al mes de septiembre. Llegaron 40 en plenas fiestas de la capital leonesa y la semana pasada lo hicieron otros 60. Es previsible que a lo largo de la próxima semana llegue otro medio centenar, con lo que quedaría formada una comunidad de alrededor de 150 migrantes, sin llegar a cubrir las 180 plazas que, como máximo, podría tener este Centro Temporal de Ayuda Humanitaria

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