Veguellina de Órbigo se convirtió este domingo en la sede del campo. Varios miles de personas se acercaron al polideportivo de la localidad ribereña para celebrar la XXXVI edición de la Fiesta Campesina que organizó el sindicato agrario UGAL-UPA, y lo hicieron en un paraje de excepción, a orillas del Órbigo, que aglutinó una intensa y emotiva jornada llena de actividades y diversión, pero sobre todo un encuentro de «unidad» que sirvió como escaparate de reivindicaciones del sector agrario y ganadero.
La jornada festiva comenzó con un pasacalles amenizado por la Charanga Pachanga, de Veguellina, y un posterior baile popular a cargo del grupo ribereño La Barbacana. Acto seguido, los asistentes disfrutaron de una paellada –de la que se contabilizaron más de 3.000 raciones–, que sirvió de entrante para los diferentes actos de la tarde, que comenzaron con una intervención del teniente de alcalde de la localidad anfitriona, Balbino Ferrero. El edil versó su discurso sobre la problemática de la despoblación rural; un medio que «en nuestro país abarca el 90% del territorio y en el que reside un 20% de la población. Esta situación afecta seriamente al desarrollo de los pueblos, ya que conlleva una disminución de los recursos».
La "falta de garantías de los jóvenes" y la política agraria comunitaria, cuestiones que preocupan al sector El secretario general del sindicato, Matías Llorente, recogió el testigo en la misma línea, matizando que «quienes hablan de despoblación son los que se han ido, los que estamos aquí hablamos de falta de servicios», haciendo hincapié en la Sanidad y las nuevas tecnologías, «fundamentales para el desarrollo y para fijar población». Sobre la situación del sector primario, Llorente puso sobre la mesa varias cuestiones que preocupan sobremanera a los profesionales en la actualidad, como es la política agraria comunitaria, «que marcará el futuro de los próximos seis años», y las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes a la hora de acceder al sector, y estas dificultades no solo radican en los temas administrativos, sino que «no tienen garantizado el modelo de explotación». También manifestó que «no es necesario recortar la explotación familiar; el recorte se tiene que hacer a los que cobran entre 60 y 100.000 euros, y el 99% de la gente que estamos hoy aquí no lo cobramos. La explotación familiar es la que ayuda a fijar población, de eso tenían que habla en la UE». En definitiva, Llorente reivindicó «garantías y contratos a largo plazo que cubran gastos y permitan poder sacar a la familia adelante».
Durante el acto se hizo entrega de premios a los agricultores y ganaderos de este año. El primero en subirse al escenario fue Miguel García, que recibió el galardón por incorporarse al gremio con 13 hectáreas de regadío y 110 cabezas de vacuno de leche. La segunda, Verónica Mayordomo, recibió el premio por incorporarse con 40 vacas nodrizas de carne y 70 hectáreas de secano. Asimismo, los Premios a la Remolacha recayeron en Antonio Fernández, por la mayor polarización de cultivo en la campaña 2017/18, y en Amelia Celadilla, con el mayor rendimiento por hectárea de cultivo de remolacha en la última campaña. Por otra parte, el sindicato quiso agradecer la labor por el sector al procurador de UPL en las Cortes, Luis Mariano Santos, otorgándole el Premio Catedral de León.
La jornada se despidió con juegos tradicionales, un espectáculo de magia y una orquesta, de la que pudieron disfrutar todos los presentes.
Miles de leoneses se unieron en la fiesta en honor al campo
Veguellina acogió la XXXVI Fiesta Campesina de UGAL-UPA, que también sirvió para hacer públicas algunas reivindicaciones del sector
02/09/2018
Actualizado a
16/09/2019
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