Miriam Marcos: "Ayudé como un vecino más"

Miriam Marcos es una niña especial –perdón por lo de niña pero lo lleva en su apodo de luchadora, La Niña con Calle– que ha ido haciendo historia en el más absoluto de los silencios y la discreción. Al comentario de que es "una de las más grandes deportistas de esta tierra" sólo le arrancas una sonrisa y cambia de conversación o lo deja en un "tú que me quieres bien".

Miriam es lo más grande que ha dado la lucha leonesa femenina (y masculina de alguna manera pues en base luchaba en competiciones mixtas), lo ha ganado absolutamente todo, en lucha leonesa y en los europeos de luchas celtas, donde es una leyenda, y tiene récords increíbles, como haber en la misma tarde, en el mismo corro, el Campeón de Campeones en las tres categorías en disputa: ligeros, medios y pesados.

Además, también en una apasionada del fútbol y el fútbol sala, juega en la actualidad en el Benavente FS, donde también hablan y no paran. Ayer, cuando explotó en las redes la noticia de su 'heroicidad' en un incendio iba camino de Benavente para entrenar. Lo de heroicidad con comillas no es que haya dudas, es que la niña soldado de Montejos huye de la palabra, hasta se enfada.

Sí saben en su pueblo y en su municipio de la excelente deportista que es y por eso el alcalde primero pensó en una calle para ella –La niña con calle– pero siguieron los éxitos y finalmente fue una plaza la que lleva el nombre Miriam Marcos.

Por esa plaza pasaba el jueves temprano cuando se encontró con el incendio de una casa. No lo pensó y se puso manos a la obra, sacó a una mujer, quitó la luz para que no se produjera un daño mayor, ayudó a salir al hijo de la mujer.... y se fue en silencio, seguramente orgullosa, pero en silencio. Hasta que saltó a los medios y salió la palabra heroicidad: "Me molesta mucho, de verdad. Hice lo mismo que el resto de vecinos que acudieron, como se hace en los pueblos ante una desgracia. Es evidente que soy joven, deportista, estoy en el Ejército y puedo tener más preparación... pero nada más. Todos hicimos lo mismo, cada uno lo que pudo... Es casi un desprecio para los demás centrarlo en mí".

Lo dice de corazón. Miriam sabe bien lo que es luchar, ella misma superó una gravísima enfermedad con la misma sonrisa en la cara de niña con plaza y sólo cree que ha hecho lo que tenía que hacer. Si ella lo dice.