Mobbeltur inicia el año a pleno rendimiento tras el incendio de mayo

Mobbeltur ya vuelve a funcionar después de varios meses intentando recuperar la actividad que tenía una de las fábricas de tresillos más importante de España después de cincuenta años de trayectoria. El incendio del pasado 15 de mayo a punto estuvo de acabar con ella, pero con el inicio del año ha vuelto a funcionar a pleno rendimiento esta empresa radicada en Trobajo del Camino.

El incendio asoló parte de la fábrica, concretamente la parte inferior de las dos en las que está dividida la superficie de Mobbeltur, a unos 200 metros de la tienda. Por este motivo, desde mayo hasta septiembre la fabricación de sofás estuvo paralizada, pero no la actividad de la empresa. Según explica el portavoz y fundador de la compañía, Julián Fernández, los primeros meses un grupo de trabajadores se encargó de «organizar toda la fábrica para que se pudiera volver a producir».

De este modo, aunque algunos de los empleados de Mobbeltur entraron en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el resto fueron reorganizando la producción para ir pasándola a las naves que no sufrieron daños.

A la vez, se iba reconstruyendo casi todo el espacio afectado, aunque no todo, ya que una gran nave tuvo que ser derruida y no se va a volver a levantar. «Hemos necesitado una gran ayuda de los bancos, porque el seguro solo te da una pequeña parte», explica Fernández, que se acaba de jubilar hace apenas un mes y ha dejado el negocio en manos de su hijo y de su sobrino.

De los 30 trabajadores que había antes del incendio, siguen en la empresa unos 20. Una cifra menor puesto que la producción también ha caído. Y es que pese a que la planta ya está en funcionamiento al máximo de su capacidad, hay algunas partes que se encargan a fábricas de otros puntos de España e incluso en el extranjero, como es el caso de la carpintería metálica. Yecla, Galicia o Italia son algunos de los puntos desde donde vienen los componentes que utiliza Mobbeltur para sus sofás hasta que pueda recuperar la fabricación de estas partes.

Fue en el mes de septiembre cuando Mobbeltur empezó de nuevo la producción, aunque a un nivel muy bajo, subiendo poco a poco hasta el estado actual, en el que ya se pueden ofrecer los muebles que hasta el momento del incendio se ofertaban «con la calidad y el sello de Mobbeltur», apunta Fernández.

El fundador de la empresa asegura que estos meses han sido «sacrificados» para todos los trabajadores, puesto que se ha trabajado «de lunes a domingo» para recuperar la producción. Este trabajo implicaba también volver a diseñar todos los modelos de tresillos que quería poner en el mercado Mobbeltur. Para ello, se tuvieron que rehacer las cientos de plantillas de cada pieza que había antes del incendio y que ahora ya están otra vez disponibles para los trabajadores de la empresa.

Un paseo por la fábrica permite comprobar que Mobbeltur ya está a pleno rendimiento, puesto que en cada una de las naves de la empresa ya se están moldeando los sofás que en pocos días estarán en las tiendas de prácticamente todo el país, incluidas las dos que tiene la compañía (junto a la fábrica y en Ponferrada), así como las 130 franquicias repartidas por España.

Aún así, Fernández reconoce que las posibilidades de producción tras el incendio son ahora menores. «Hacemos aproximadamente el 70%, porque hemos perdido presencia en zonas como Canarias, Levante, Extremadura o Portugal», apunta el fundador de la empresa, que tiene como objetivo «recuperar a los clientes» que durante estos meses han buscado a otros suministradores de tresillos. Por eso, después de finalizar la época de trabajo para proveer productos para las rebajas, ahora los profesionales de Mobbeltur están ideando los nuevos modelos que expondrán en la Feria de Gijón, del 31 de enero al 3 de febrero, donde quieren mostrar que la fábrica ya ha vuelto a ser lo que era.