Mujeres "valientes" que apuestan por los pueblos

Los contratos a mujeres en el medio rural casi llegan a duplicarse en los últimos 15 años, a pesar de que la provincia sigue marcada por la "masculinización y el envejecimiento"

Cristina Centeno
05/03/2020
 Actualizado a 05/03/2020
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El medio rural leonés continúa marcado por la masculinización y el envejecimiento. Sin embargo, se encuentra inmerso en un proceso de cambio y transformación que tiene a las mujeres como grandes abanderadas. Ellas, siempre claves en el desarrollo de los pueblos, han tomado conciencia en la actualidad de su protagonismo a la hora de afianzar el tejido productivo y social y luchar contra la tan temida despoblación.

La mujer rural es también «invisible» en estadística y "contractualmente no existe", alerta Sánchez Un avance que se puede constatar en datos como la contratación femenina en el medio rural, que ha pasado casi a duplicarse en los últimos quince años, empujada sobre todo por el sector servicios. Lo revela un estudio de la geógrafa de la Universidad de León María Jesús Sánchez Muñoz, basado en datos facilitados por el Servicio Público de Empleo y el Observatorio de Empleo Estatal. Así, en el año 2004 se firmaron 11.989 contratos a mujeres en los municipios rurales de la provincia –todos excepto León,  Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, Villaquilambre, Astorga y La Bañeza–, representando el 37,5% de los totales, mientras que los hombres copaban el 62,5%. En cambio, en 2019 fueron 21.565 los contratos firmados por mujeres en el medio rural, lo que alcanzaba el 44% del total. Unos datos con los que «no nos podemos poner excesivamente optimistas y hay que tomar con cautela porque también ha aumentado la temporalidad» pero que resultan relevantes, apunta la investigadora.

Mientras, en el estudio por sectores Sánchez Muñoz apunta a la «invisibilidad estadística» de la mujer rural, que se argumenta en que en muchos municipios de la provincia no se registra ningún contrato agrario a mujeres, que «tienen asumido el rol de colaborar en la empresa familiar» y «trabajan pero no están contratadas». «Nos hemos encontrado con que muchos pueblos no tienen ningún contrato agrario, eso no es normal y es porque en la estadística no aparece pero la realidad social es que la mujer trabaja, es invisible en la estadística pero en la realidad está presente», explica. Además, los servicios son los únicos que superan la contratación de mujeres a la de hombres en estos pequeños municipios, una realidad que no ha cambiado en los últimos años.

Dicen que cuando una mujer se instala en el medio rural, llega acompañada del arraigo de toda la familia  Sánchez Muñoz será la encargada de inaugurar este viernes en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura (calle Santa Nonia) la jornada sobre emprendimiento y mujer rural organizada por Secot a partir de las 10:30 horas. Bajo el título ‘La mujer rural leonesa: panorama demográfico y laboral’, analizará la masculinización del medio rural y el envejecimiento, así como la generación de empleo femenino en los pueblos, un estudio que reconoce que no ha sido fácil. «No hay ningún artículo referente a la mujer rural en la provincia de León», asegura y, además, «contractualmente no existe».

Pero sí celebra que «puede estar cambiando» ya que «se aprecia que la mujer rural ha cambiado de perspectiva sobre todo en los últimos años con respecto al medio rural, que ahora está más relacionado con la calidad y con la conectividad interterritorial», apunta refiriéndose a que «cada vez hay menos distancia entre el medio rural y el medio urbano».
Un hecho que, acompañado del emprendimiento y la mejor valoración del medio rural, puede fomentar el asentamiento en los pueblos, algo que sería «muy positivo», aunque la geógrafa de la ULE insiste en que «estamos en una situación preocupante».

Porque el medio rural leonés tiene, según apunta, 13 habitantes por kilómetro cuadrado y un envejecimiento «clarísimo». Según sus estudios, «El 31% de la población tiene más de 65 años y hay un ‘sobre envejecimiento’, porque cada vez son más las personas que superan los 79 años y «ya aparecen centenarios», explica.

Oportunidades


Sin embargo, «el envejecimiento que es algo negativo se puede convertir en una oportunidad de empleo», apunta, sobre todo para las mujeres rurales, que «pueden ofrecer servicios de ayuda y de apoyo» a estas personas mayores. Sin el objetivo de «instalar grandes residencias geriátricas», el dinamismo económico podría llegar de la mano de «servicios de ayuda a domicilio, clínicas del pie, acompañamiento o transporte», trabajos que «tradicionalmente ha hecho siempre la mujer rural de manera invisible, lo que se conoce como trabajo reproductivo sin remunerar».

A esta oportunidad relacionada con el envejecimiento María Jesús Sánchez Muñoz suma otras derivadas de que «cada vez hay más demanda de productos de calidad y tenemos un León muy rico en patrimonio natural y cultural», aspectos que «la mujer rural puede utilizar y yo creo que debe utilizar para emprender acciones y para fomentar el empleo en el medio rural».

En ese sentido, la geógrafa defiende que «hay que ser muy valiente» para emprender e «instalarse en el medio rural» haciendo frente a problemas sobre los que la administración debería intervenir, pide. Entre ellos, la brecha digital o la inexistencia de medios para conciliar la vida laboral y familiar.

Las mujeres echan raíces


La llegada de mujeres al medio rural es una de las claves en la lucha contra la despoblación, apunta, ya que «dinamizan» y «pueden diversificar el tejido económico», algo que, por otra parte, «han hecho siempre». «Habitualmente se dice que cuando se instala una mujer en el medio rural, normalmente lleva acompañada el arraigo de la familia, no a la inversa», por lo que «aunque en número sigan siendo menos, socialmente pueden tener una gran influencia» y «juegan un papel fundamental y protagonista».

En jornadas como la de mañana, en las que participan mujeres rurales que cada vez apuestan más por fórmulas como el asociacionismo o el cooperativismo, se crean redes de apoyo «fundamentales» para el empleo y el emprendimiento en el medio rural. Porque «si ya es difícil ser mujer, más difícil es aún ser mujer rural».
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