El director de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos), José María Viejo, explica en esta entrevista los procesos en los que está inmerso el Museo Casa Botines Gaudí, así como los proyectos de futuro del centro, que el próximo viernes, día 25, será reconocido con el premio Negrilla de Oro de La Nueva Crónica.
– El Museo Casa Botines Gaudí recibirá el próximo viernes, día 25, el premio Negrilla de Oro que concede La Nueva Crónica. Enhorabuena.
– Muchas gracias. Es indudablemente una gran satisfacción. Cualquier premio que reconozca el trabajo que hace una institución profesional como nuestro museo es naturalmente un motivo de orgullo, de satisfacción y es también un elemento activador de la motivación, especialmente cuando el premio es local. Cuando te premian los amigos, las personas que siguen y que cuentan tu día a día esto tiene también un componente emotivo y afectivo. Sentimos una enorme gratitud hacia los medios de comunicación porque son unos aliados indispensables para trasladar a la sociedad la actividad del museo en todos los ámbitos y La Nueva Crónica, desde la creación de Museo en el año 2019, ha recogido en sus páginas el reflejo de su acontecer diario. Por eso, el premio es una enorme satisfacción para todas las personas que trabajan tanto en el museo como en el conjunto de la fundación.
– El edificio del museo se encuentra actualmente en plena restauración. ¿Cómo están avanzando los trabajos?
– Las obras de restauración de las fachadas y de los elementos exteriores avanzan a buen ritmo. Prácticamente hemos completado entorno al 80% de la superficie intervenida tanto en piedra como en las carpinterías y en la forja. La fachada lateral, la de la calle Ruiz de Salazar, es la que está siendo intervenida en este momento y previsiblemente en el mes de febrero daremos por concluida esta intervención. Sin embargo, en paralelo vamos a comenzar la remodelación interior del museo, con lo que las obras lejos de acabar lo que hacen es trasladarse.
– Estos trabajos se están consiguiendo llevar a cabo sin que afecten sustancialmente al funcionamiento del museo ni a su volumen de visitantes.
– El reto era que las obras no bloquearan de una forma significativa el funcionamiento ordinario del museo y lo hemos conseguido, porque nunca hemos tenido cerrada más del cinco por ciento de la superficie expositiva. El museo ha funcionado con total y absoluta normalidad durante este periodo a pesar de las incomodidades que, fundamentalmente, han sufrido los profesionales, el equipo. El visitante no lo ha percibido, pero los trabajadores han tenido que hacer un esfuerzo adicional para adaptarse a los ritmos, al cierre de las salas, a evacuar obras de arte de forma temporal y a trasladarlas a otros espacios del museo. En ese sentido quiero expresar nuestro agradecimiento hacia todo ese maravilloso equipo de profesionales, de 18 personas muy jóvenes, con una edad media de 33 años, que es realmente para quien va la Negrilla de Oro. Ellos hacen posible el día a día del museo, así como los más de 600.000 visitantes que nos han elegido para aprender, disfrutar y acercarse a Gaudí, uno de los personajes más fascinantes de la historia del arte, de la arquitectura y del diseño.
– El avance de las obras también ha permitido encontrar algunas sorpresas. ¿Cuáles han sido los hallazgos más importantes?
– Fundamentalmente la estética que tenía el edificio en su origen. Ahora sabemos que recibió dos pátinas sobre la piedra, una ocre y una blanquecina cuya tonalidad evoca a ese palacio de hielo del que hablan los investigadores que se derrite hacia el cielo. Ya es claramente perceptible ese tono blanco a pesar de que las pátinas, por razones de conservación, no se han aplicado. Hemos descubierto también los trabajos de cantería de una forma muchísimo más precisa, hemos encontrado fósiles en algunas de las piedras y, con carácter general, hemos comprendido mejor la arquitectura de Gaudí. También hemos hecho estudios petrológicos para conocer perfectamente la composición de las piedras y nos hemos acercado a otros elementos, como son las vidrieras. Todo este periodo de tiempo nos ha servido para encontrar detalles y buscar documentación y eso, lógicamente, será objeto de investigaciones científicas que daremos a conocer próximamente.
– Como ha dicho, ahora las obras pasarán al interior, con el inicio de ese proceso de remusealización del edificio. ¿Qué se puede avanzar de él?
– Va a suponer un gran desafío. Cuando se creó la Fundación y se decidió poner el edificio a disposición de un proyecto museístico, la Fundación era consciente de que las características arquitectónicas del interior no eran las más adecuadas para ello. Esto nos ha introducido en un proceso de reflexión en el que hemos repensado las necesidades del museo con relación al edificio, porque hay que tener muy presente que el edificio es la primera pieza de la colección del museo. Ya hemos elegido el estudio de arquitectura museográfica que va a realizar la renovación del museo, que es posiblemente uno de los mejores estudios museográficos del mundo. Se trata de Jesús Moreno y Asociados, que es el museógrafo de referencia del Museo del Prado. Posiblemente es la gran referencia de la museografía en nuestro país, una auténtica autoridad en la materia, y estamos enormemente satisfechos de que el mejor museógrafo de España quiera convertir nuestro museo en el mejor museo de Gaudí.
– ¿Cuándo comenzará este proceso y qué fechas se barajan?
– Comenzará muy próximamente. De hecho, el equipo curatorial está trabajando ya desde este mes de octubre. La remodelación va a incidir en elementos como la seguridad, la señalética, el flujo de visitantes, la climatización de los espacios o el control climático en las zonas públicas con colecciones, porque es fundamental que el museo tenga las mejores condiciones posibles para albergar colecciones y para albergar también exposiciones temporales. También vamos a renovar completamente toda la museografía del museo, cambiaremos la recepción, los sistemas informáticos que gestionan las entradas y hemos adquirido también la licencia de un software de gestión museística para inventariar y catalogar nuestras colecciones, las más de 5.000 obras de arte que gestiona la Fundación… Es una intervención muy amplia y supondrá una gran transformación que ya ha comenzado este mes de octubre y que finalizará en junio del año 2026, cuando se celebra el centenario de la muerte de Gaudí. Junio es el mes en el que nació y murió Gaudí y será el punto de partida de este nuevo museo Casa Botines, de este Botines 2.0 que será mucho más moderno, sofisticado y rico en cuanto a las colecciones y la complejidad del discurso.
– También se había anunciado la compra de colecciones de cara a este nuevo proceso de remusealización.
– Hemos concretado hace algunas semanas la compra de 53 piezas originales de cuatro edificios de Gaudí. Son 53 piezas de una colección privada de Barcelona, la colección privada más importante entorno a Gaudí, con piezas y elementos arquitectónicos originales de la Casa Batlló, de la Casa Milà, del Parque Güell o de la Casa Vicens. Esto va a suponer un salto cualitativo importantísimo en la exposición permanente. Además, también hemos comprado 42 piezas de mobiliario original del edificio. Se trata de los muebles que decoraban las estancias de los promotores del edificio en el año 1892 y que estaban en manos de sus descendientes, de los descendientes de Mariano Andrés y de su esposa, Leonarda Lescún. Que los muebles originales del edificio vuelvan a él, al lugar en el que estuvieron hace más de 130 años, es una de las mejores noticias que podríamos ofrecer.
– ¿Qué prepara el museo para el centenario de la muerte de Gaudí?
– Las exposiciones del año 2026, que aprovecho para anunciar, estarán dedicadas a Gaudí. Serán ‘Gaudí y el arco gótico’ y ‘Gaudí y la ciudad moderna. La revolución de la arquitectura doméstica’. Se trata de dos exposiciones internacionales de primer nivel que convertirán a León, indudablemente, en el centro neurálgico de la actividad expositiva alrededor de Gaudí en un año en el que se celebrará el centenario de su muerte en todo el mundo, porque hay actividades programadas para ello en muchos países.
– Ese mismo año, en 2026, también se presentará el informe para que el Museo Casa Botines Gaudí y el Palacio de Gaudí de Astorga sean Patrimonio de la Humanidad. ¿Están ambos edificios preparados para lograr este objetivo?
– Sí. De hecho Astorga ya cuenta con el Plan Director, que es uno de los requisitos fundamentales. Nosotros lo estamos elaborando y el resto de los edificios también. Firmamos en Barcelona el protocolo de intenciones para la solicitud de ampliación de la declaración de Patrimonio de la Humanidad y los trámites avanzan a buen ritmo en cuanto a la preparación del expediente administrativo. Estamos en las mejores manos, que es la Cátedra Gaudí de la Universidad Politécnica de Cataluña, porque la Cátedra ya consiguió las dos declaraciones anteriores. Consiguió la primera declaración, de los años 80, y la declaración del año 2005. Ese será el último hito de nuestro Plan Gaudí 2020-2026 y es un objetivo razonable, asequible y alcanzable. Quienes conocen el funcionamiento de la Unesco y quienes han participado en otros expedientes nos trasladan su confianza y su certidumbre de que ese objetivo es posible.
–¿Qué supondría para León?
– Supondría que la provincia ganara dos bienes Patrimonio de la Humanidad y que la ciudad tuviera su primer bien Patrimonio de la Humanidad. Creo que tiene que ser un objetivo compartido, de provincia y de ciudad, en el que todos los agentes, tanto públicos como privados, deben participar activamente. En ese sentido hacemos una constante invitación para recabar apoyos. El próximo año lanzaremos una campaña pública para que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan sumar su nombre, su adhesión personal, a ese proyecto con el fin de que todos se sientan partícipes e implicados. El año 2026 es una gran oportunidad no solo para el museo, sino que también lo es, indudablemente, para la ciudad y para la provincia. Se trata de un evento internacional de primer nivel y va a suponer capitalizar de una forma más óptima una marca internacional como es la marca Gaudí, que se dice que es una de las cinco marcas turísticas más importantes que tiene España, la primera razón por la que los japoneses vienen a España, la primera razón por la que vienen los surcoreanos… Y es que, en cómputo agregado, los edificios de Gaudí reciben 18 millones de visitantes. Gaudí tiene siete obras Patrimonio de la Humanidad en este momento y con la ampliación pasaría a tener 13 obras y se convertiría en el número uno del mundo en esto. Tenemos que ser conscientes de esa oportunidad que se nos presenta, que es una oportunidad que trasciende al ámbito de la cultura y que abre enormes posibilidades en el turismo y también en la economía, porque la actividad de una institución como la nuestra y el flujo de visitantes que recibe tiene beneficios económicos y sociales indudables y también de dinamización del entorno. Tenemos que ser muy conscientes de la importancia de ese objetivo y debemos estar a la altura. Por eso, no vamos a escatimar ningún esfuerzo para que León tenga su primer bien inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
– Hace unos meses que se anunció la cesión por parte de Fundos de un guerrero de bronce, ‘Héroe con una Victoria’, para custodiar las calles Alfonso V y San Agustín. ¿Hay novedades sobre la instalación de esta pieza?
– En este momento todavía no hemos concretado la cesión, pero es posible que finalmente no sea esa escultura y sea una obra de Baltasar Lobo, el Homenaje a León Felipe. Baltasar Lobo es posiblemente es escultor de Castilla y León más relevante del siglo XX. Es un artista reconocido internacionalmente y cuyo legado a la ciudad de Zamora acaba de ser declarado Bien de Interés Cultural. En conversaciones con el Ayuntamiento y pensando también en una pieza que se adecuara más al espacio en el que este quiere ubicarla, creo que finalmente vamos a optar por esa obra monumental de Baltasar Lobo.
– ¿Se baraja alguna fecha para ello?
– Supongo que será próximamente, porque ya estamos trabajando en ello. A lo mejor en Navidad, ya que sería un buen regalo de Reyes para la ciudad.
– Acaba de cumplir cinco años como director general de Fundos, un tiempo en el que se han hecho muchos cambios y avances. ¿Qué balance hace? ¿Con qué se queda?
– Fundamentalmente me quedo con la recuperación y la puesta en valor del patrimonio de la Fundación. Hemos conseguido reabrir y poner a disposición de la ciudad los activos más importantes y hemos logrado construir una Fundación de referencia en el ámbito de la cultura. Fundos es ya el primer operador cultural privado de Castilla y León y gestionamos de forma directa cuatro grandes centros en León, en Valladolid, en Salamanca y en Soria. También hemos abierto un gran centro cultural en Salamanca el pasado mes de febrero y vamos a abrir un centro cultural en Palencia. Hemos reactivado Montecredit, que ha pasado de ser una pequeña institución casi obsoleta a ser la entidad de crédito social líder en España y que lidera el sector y también hemos desarrollado productos importantísimos en el ámbito de la innovación social, como HubSocial, nuestro Instituto de Innovación Social y también hemos puesto en marcha los premios Fundos a la Innovación Social. Han sido cinco años frenéticos, de una actividad incesante, en los que hemos conseguido generar oportunidades laborales para más de 40 personas, muchas de ellas jóvenes profesionales que han tenido aquí, en su tierra, una oportunidad para su desarrollo personal y profesional y esa es la gran satisfacción: servir a la sociedad a la que nos debemos y hacerlo con rigor, con profesionalidad, con honestidad, con eficacia y cuidar de las personas, de nuestros profesionales y de los beneficiarios.