Los nacimientos repuntan en León, pero son 4.000 menos al año que las muertes

El problema de la despoblación es vegetativo: seis bebés vienen al mundo en la provincia cada día mientras los fallecimientos crecen hasta superar los diecisiete

19/02/2025
 Actualizado a 19/02/2025
León registró el año pasado aumentos en natalidad y mortalidad. | GETTY
León registró el año pasado aumentos en natalidad y mortalidad. | GETTY

Es un repunte que quizá no sirva para lanzar las campanas al vuelo, pero no por ello deja de ser al mismo tiempo relevante si tenemos en cuenta la evolución que ha experimentado la natalidad en la provincia de León en las últimas décadas. Durante el año que acabamos de dejar atrás vinieron al mundo 2.274 bebés (algo más de seis cada día de media), lo que supone un incremento de 171 y de un 8,1% en comparación con los 2.103 que se habían contabilizado a lo largo de 2023.

Es una de las principales conclusiones que pueden extraerse de los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque hay que tener en cuenta que el citado repunte llega precisamente después de dos mínimos consecutivos en el número de nacimientos de una serie histórica que arranca concretamente en el año 1941. Cabe resaltar que entonces hubo 11.685 alumbramientos y que la cifra experimentó una tendencia irregular que no impidió en todo caso que en 1948 se alcanzase el máximo de la citada serie histórica con un total de 13.822, cifra que multiplica holgadamente por seis la referida al pasado año. A partir de entonces se observa cierta irregularidad en la estadística, aunque  siempre con una tendencia general a la baja que hizo que la cifra de nacimientos  se situase por debajo de los 10.000 a partir de 1967.

Dicha tendencia se mantuvo con el paso del tiempo y hace 35 años –a finales de la década de los 80– se contabilizaron 4.358 bebés nacidos en tierras leonesas, cifra que representa el doble de los que nacieron el pasado año.
Dejando de mirar por el retrovisor, los datos más recientes publicados por el INE reflejan que nacieron más niños (1.221) que niñas (1.053) y que la mayoría de las madres  dieron a luz cuando tenían entre 35 y 39 años (771). Inmediatamente por detrás se sitúa la franja de edad de entre 30 y 34 años (677) y ya con datos bastante inferiores aparecen las madres leonesas de entre 25 y 29 años (301) o de entre 40 y 44 años (280). No hubo ninguna leonesa que diera a luz con menos de 15 años, aunque sí se contabilizaron 45 que no llegaban a los 19, mientras que otras 171 tenían entre 20 y 24 años. Hubo además 29 madres de entre 45 y 49 años, pero ninguna superaba los 50.

Una vez conocidos los datos provisionales de nacimientos del pasado año, es  necesario establecer la comparativa con los referidos a las defunciones, que siguen siendo casi el triple, lo que deja un saldo vegetativo claramente negativo para la provincia de León.

Concretamente, el pasado año se contabilizaron 6.285 fallecimientos (algo más de 17 cada día de media), lo que supone un incremento del 6,9% y de 407 en comparación con los datos de 2023, cuando la cifra había sido de 5.878. De este modo, las cifras se mantienen en los niveles anteriores a la pandemia (6.152 en 2019) después de años con importantes incrementos, ya que en 2020 se alcanzaron las 7.725, una cifra que no se alcanzaba desde los años de la guerra civil. En este caso, la serie histórica que proporciona el INE arranca concretamente en 1930 con cifras similares a las del primer envite de la pandemia que se incrementarían hasta alcanzar las 9.063 muertes, un máximo histórico que coincidió con el segundo año del conflicto bélico entre españoles (1937). A partir de entonces se observa una tendencia general a la baja gracias al incremento de la esperanza de vida por los avances médicos y de toda índole que experimentó la sociedad.

El dato mínimo de mortalidad que refleja el INE corresponde al año 1971 con un total de 4.682 decesos. Fue a partir de entonces cuando el envejecimiento de la población de la provincia hizo que los datos de fallecimientos volvieran a repuntar, aunque no lo hicieron de manera exponencial hasta la pandemia.

Con estos datos sobre la mesa, la provincia de León cerró el pasado año con un saldo vegetativo (es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones ocurridos en la provincia) de -4.011 personas.

Cabe destacar que esta es la clave principal de la pérdida de población que sufre la provincia de León, puesto que las estadísticas de migraciones y variaciones residenciales siguen mostrando que llega más gente de la que se va por motivos laborales o familiares. Basta recordar que los últimos datos –referidos a 2023– permiten a la provincia encadenar seis años con un saldo migratorio positivo y sin pérdida demográfica, es decir, que mucha gente emigra en busca de un puesto de  trabajo, pero son más los que llegan con el mismo objetivo en nuestra provincia. Concretamente, León atrajo en 2023 a un total de 13.100 personas, 3.107 más de las que se fueron.  Pese a ser positivo en ambos casos, el comportamiento del saldo migratorio lo es mucho más si tenemos en cuenta los datos exteriores (+2.608) que los interiores  (+499).

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