La natalidad repunta en la provincia tras alcanzar su mínimo histórico en 2023

Como cada 20 de noviembre, este miércoles se conmemoraba el Día Mundial de la Infancia, un colectivo que representa savia nueva para cualquier territorio y que en el caso de la provincia de León acumula ya doce años perdiendo efectivos.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño –aprobada en el año 1989– incluye oficialmente a las personas de hasta 18 años de edad. El objetivo perseguido entonces era que este documento brindara protección y derechos para un grupo de edad lo más grande posible, sobre todo porque no había uno similar que velase por los jóvenes.

Sin embargo, a efectos sociales y estadísticos, Naciones Unidas engloba en la infancia a las personas menores de 14 años, que eran un total de 40.780 en la provincia de León a comienzos del presente año, según los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Ello supone un descenso de 7.930 en comparación con los 48.710 niños y niñas que correteaban por las calles de nuestros pueblos y ciudades justo una década antes, es decir, cuando el año 2014 comenzaba a perder hojas de su almanaque. Y entonces ya habían pasado dos años desde que había comenzado una tendencia a la baja en la población infantil que sigue sin tener freno y que –junto con el constante aumento de la esperanza de vida de la población– hace que tengamos una provincia cada vez más envejecida.

Es por ello que, en términos porcentuales, la pérdida de peso de la población infantil no es significativa en esta última década. Los menores de 14 años representan ahora nueve de cada cien habitantes de la provincia, lo que supone únicamente una merma de un punto con respecto al 10% de 2014.

Y la principal causa del progresivo envejecimiento –y también de la pérdida constante de población, ya que las variaciones residenciales cinco años de saldo migratorio lejos de los números rojos gracias sobre todo a la llegada de extranjeros– es la caída de la natalidad en la provincia de León.

El INE hizo este miércoles definitivos los datos de nacimientos referidos al pasado año, que supusieron un nuevo mínimo histórico al quedarse únicamente en 2.103, lo que supone una media ligeramente inferior a seis cada día. La cifra vuelve a reducirse con respecto al año 2022, cuando se habían contabilizado 2.159 alumbramientos que ya entonces supusieron el dato más reducido de una estadística que arranca en 1975. Entonces vinieron al mundo en la provincia de León un total de 7.052 niños y niñas, más del triple que durante el pasado año.

Pese a todo, los datos referidos a los nueve primeros meses de este 2024 suponen una puerta abierta al optimismo gracias a un repunte de la natalidad en la provincia de León. Concretamente, la estadística refleja un total de 1.711 alumbramientos entre enero y septiembre, lo que supone una media diaria superior a seis. El dato supone un incremento del 8,5% en comparación con los 1.576 bebés leoneses que iniciaron su vida durante los nueve primeros meses del pasado año. 

Entrando al detalle de los datos, cabe destacar que en los nueve primeros meses de este año nacieron más niños (934) que niñas (777) y que la mayoría de las madres dieron a luz cuando tenían entre 35 y 39 años (587). Inmediatamente por detrás se sitúa la franja de edad de entre 30 y 34 años (517) y ya con datos bastante inferiores aparecen las madres leonesas de entre 25 y 29 años (226), de entre 40 y 44 años (198) o de entre 20 y 24 años (130). No hubo ninguna leonesa que diera a luz con menos de 15 años, aunque sí se contabilizaron 34 que no llegaban a los 20. Y también hubo 19 madres de entre 45 y 49 años, aunque ninguna que superase los 50, según los datos del INE.

Y aunque los más pequeños eran este miércoles los protagonistas, no podemos obviar las estadísticas referidas a las defunciones, que el año pasado se situaron en un total de 5.878, es decir, casi el triple de los nacimientos, lo que sigue dejando un saldo vegetativo que es claramente negativo para la provincia de León (-3.775). Es el peor dato de la comunidad, donde también sigue habiendo más muertes que nacimientos, algo que se traslada además a la estadística del conjunto de España.