"Está la cosa muy mal, todo parado, los camiones encerrados, pagando a los músicos, con inversiones muy fuertes... y aquellas verbenas de antes no volverán, al menos en unos años". Con estas reflexiones lamentaba Tito la situación que vivían las orquestas, y sobre todo las empresas de representación, en plena pandemia. Tito es un histórico de la música leonesa —integrante del famoso dúo Tito y Tita— que después de dejar la música sobre el escenario entró en la representación desde el Bierzo. En la misma línea hablaba Tatiana Fernández, de Helio Espectáculos, ‘envenenada’ cuando escuchaba hablar de ayudas en pandemia mientras vivían una situación parecida a la que contaba Tito. "Solo hablan de la hostelería y el turismo... y somos cientos de personas los que cada verano andamos alrededor del mundo de las orquestas y fiestas de pueblos: músicos, técnicos, camiones, talleres especializados en escenarios, montadores...".
Pasó la pandemia y reconocen que el sector se recuperó incluso a más velocidad de lo esperado. Así lo recuerda Helio, de la empresa que lleva su nombre: "Es cierto que a la salida de la pandemia había como ganas de volver a tener fiestas, de recuperar los años perdidos, hubo un boom quizás inesperado".
- Lo dices como si ahora fueras a decir uno de esos ‘pero’ que abren la puerta a un escenario diferente; y peor, me temo. "Te voy a dar un dato que te da una pista muy fiable: Los ayuntamientos empiezan a tardar en pagar. Y eso es muy mala señal".
Señalaba Tatiana que son muchos los grupos, mucha gente, nombres de bandas que les resultan muy familiares a la gente: Cañón, Gaudí, La última legión, Clan Zero, Radar, Top Líder... son algunas de las grandes orquestas leonesas que mueven alrededor de veinte trabajadores , camiones... "Ni te imaginas lo que cuesta adaptar los camiones. Este año Cañón lleva uno que es una pasada, pero también es una pasada lo que cuesta".
Son esos grupos con los que hay un ‘debate’ de que la gente ya no va a bailar sino a un espectáculo de música en directo "que es una pasada. Jamás hubo la calidad musical que hay ahora", señala Helio Fernández, y recuerda que la mayoría son músicos profesionales, con una dedicación total. "Son grupos reconocidos y apreciados en muchos lugares; la pena es que en lugares como León no se les apoye como hacen, por ejemplo, Asturias, Cantabria o Galicia con los suyos... Es increíble que algunas de estas grandes orquestas no toquen en las fiestas de León".
Euda, cantante de Cañón a la que entrevistamos hace un par de semanas, recordaba, por ejemplo, como una antigua batería de Cañón —también protagonista en ‘La entrevista de la semana’ el 26 de agosto de 2017— "estuvo este año en Eurovisión con el grupo que representó a San Marino.
Todas estas circunstancias, profesionalidad, estacionalidad, equipos, inversión en los camiones... hacen que el caché de los grupos haya tenido que subir y muchos pueblos y ayuntamientos no pueden llegar a ellos y van ‘bajando las miras’, a orquestas más pequeñas, con menos costes, discotecas móviles... más los que ya se movían con "un acordeonista".
- ¿Cuánto cuesta una verbena con una gran orquesta?
- No es que no quiera contestar, es que varía mucho. No es lo mismo una orquesta para el 15 de agosto o el día de Santiago que para octubre y muchos factores más.
Pero, más o menos, el caché medio, con todas esas variantes, puede andar por los 10 ó 12 mil euros... "y no todos llegan ahí".
Uno de los ‘beneficiados’ —es una forma de entender lo que ocurre— es gente como Sonido Corco, un montaje más modesto, con tres personas... "que puede andar por los 1.200 euros, algo menos o algo más, según...". En ese ‘según’ también hay un mini-camión que Corco lleva desde hace un año. "Mira que no tiene nada que ver con las grandes orquestas y me costó un pastizal que seguramente no voy a recuperar jamás".
Sí reconoce Fernando ‘Corco’ que no son malos tiempos para grupos como el suyo y hace un análisis de la situación de las grandes orquestas. "Tal y como yo lo veo tengo la impresión de que un problema grave es que la generación de las comisiones de festejos está desapareciendo, aquellos grupos que trabajaban todo el año por la fiesta, y no tienen continuidad, las generaciones jóvenes ya no se implican en estas cosas y las fiestas pasan a las Junta Vecinales que, generalmente, no quieres gastar mucho dinero".
- A grupos como tú ¿cómo os va?
- Bien. Vamos a un pueblo y nos salen otros, creo que quedamos bien y eso se nota. Hay fechas para las que nos llaman de seis o siete lugares.
Y otro escalón, para pueblos aún más pequeños, con menos posibilidades económicas, pero que tienen interés en hacer la fiesta con música en directo: los acordeonistas que llevan un equipo acoplado, cantan y hacen una verbena ‘arreglada’; gentes como David Payares, en la montaña central o Diego y su acordeón por Omaña, el Bierzo...
Suma a grupos ‘clásicos’, como San Marcos, con el incombustible Cholo al frente, las discotecas móviles y se va cerrando el panorama de las fiestas patronales en la provincia; más esas orquestas espectáculo que eran estos años las estrellas para ciudades con poderío, que podía ser Panorama y ahora es La Misión. Por cierto, en La Misión sigue como cantante Fany Coucheiro, quien también ‘combatió’ la crisis de la pandemia para las orquestas desde León, dedicándose a su otra profesión, la de adiestradora de perros, en Villadangos del Páramo.
Sobre la gran variedad de precios en los cachés de las orquestas y grupos uno de los cantantes de una de las grandes, Héctor, hace una curiosa comparativa. "Si decimos que un caché medio-alto es de 12.000 euros y hay alrededor de 12 ó 14 personas en el escenario y seis montando, más el camión... si un grupo con dos o tres personas cobra entre 1.000 y 1.500 euros ¿dónde está la diferencia?".
En definitiva. Para gustos o necesidades... aunque lo importante parece que los ayuntamientos paguen antes.