"No le veo defectos a nuestro Hospital de León frente a los grandes de Madrid o Barcelona"

Entrevista a Ana López González, oncóloga y profesora que este jueves recibe el Premio Mujer Leonesa 2024

26/09/2024
 Actualizado a 26/09/2024
Ana López González, oncóloga, profesora y Premio Mujer Leonesa 2024. | L.N.C.
Ana López González, oncóloga, profesora y Premio Mujer Leonesa 2024. | L.N.C.

Oncóloga del Caule y profesora de un máster de Salud en la Universidad de León, la doctora Ana López González recibirá este jueves (20:00 horas, Parador de San Marcos) el Premio Mujer Leonesa 2024, entregado por Onda Cero León. Formada en la escuela pública, eligió estudiar Medicina por tradición familiar y conoció la oscura planta de Oncología como hija de un paciente. Sus consejos sobre sexualidad tras superar un cáncer de mama y su humanidad a la hora de tratar con los enfermos la han llevado a ganarse la admiración de los sanitarios y leoneses de un Hospital de cuya Medicina «debemos estar orgullosos». 

– ¿Cuáles son sus raíces y su formación previa a la Medicina?
– Nací en la ciudad de León en el año 1982 y soy la tercera de cuatro hermanos. Mi padre era de Cistierna y mi madre de Guardo, y la verdad es que al final pasábamos tanto tiempo allí como aquí. Fines de semana, veranos, navidades, los recuerdo siempre en el pueblo, con mis abuelos, sin horarios, todo el día en la calle, bicicletas, fiestas de prao…En cuanto a los estudios, fui al colegio público Anejas y después estudié en el instituto Legio VII, dos excelentes centros públicos de León.

– ¿Qué le llevó a estudiar Medicina y especializarse en Oncología? 
– Mi padre era médico internista y he de decir que eso ha tenido mucho que ver. Mi padre solo tenía dos pasiones en su vida: su familia y su trabajo. Le encantaba sentarse a explicarnos cosas de Medicina, casos bonitos, casos que le preocupaban... Y en muchas ocasiones me dejaba subir al hospital con él, no había cosa que más me gustara hacer de pequeña. Me enseñaba el largo ideal de la bata, el del fonendo y hasta cómo hacer el reflejo corneal en un cadáver o cómo hacer una buena historia clínica. Me enseñaba a pensar pero también a acompañar, a leer en los ojos de los enfermos si necesitaban más tiempo, hablar de fútbol o que les cogiera de la mano. La Oncología siempre me llamó la atención. Antiguamente, Medicina Interna compartía la planta con Oncología, y esa parte de la planta solía estar en silencio, con poca luz y para mí, con mucho misterio. Eso despertó mi curiosidad de niña. En mi adolescencia me tocó pasar mucho tiempo en esa planta, con mi padre, aunque esta vez como hija de un paciente. La Oncología es una especialidad preciosa, con un sinfín de posibilidades, desde la asistencia hasta la investigación y con una parte humanista muy importante.

– ¿Cómo se consigue tranquilizar a un paciente que acaba de recibir la noticia? ¿Y durante el proceso de tratamiento? 
– Eso es dificilísimo de hacer…Lo primero, con mucho tiempo y en un ambiente cómodo y relajado. No se puede informar a nadie en un pasillo ni con prisa. Lo segundo, dando la información precisa en cada momento, no todos los pacientes o familiares pueden digerir noticias al mismo ritmo y debemos ser capaces de darnos cuenta de esos pequeños detalles. Esto es algo a lo que no se dedica mucho tiempo durante la carrera y que es fundamental en nuestra profesión. Y por último, dejando la puerta abierta a que los pacientes puedan resolver sus dudas. ¿Lo ha entendido bien? ¿Quiere preguntarme algo? ¿Hay algo que no le he explicado bien? La comunicación es un arte y debemos esforzarnos en mejorar día a día por el bienestar de nuestros pacientes.

–  ¿Qué consejos puede dar a las mujeres para mantener una buena sexualidad tras superar un cáncer de mama? 
– Como decía antes, una buena comunicación es esencial en cualquier aspecto de nuestra vida y también en nuestra vida sexual. Tanto con nuestras parejas como con nuestros médicos. Si no contamos lo que nos pasa es difícil que el resto nos pueda ayudar. Para las mujeres, hablar de sexualidad todavía es a día de hoy un tema tabú en la gran mayoría de los casos. Además a los profesionales nos falta mucha formación al respecto. Por estos dos motivos organizamos este año las jornadas de sexualidad en cáncer de mama, y fue todo un éxito. Aprendimos todas muchísimo y a raíz de este taller muchas mujeres han empezado a consultar sus problemas y preocupaciones al respecto. Los tratamientos contra el cáncer de mama producen mucha yatrogenia en la esfera sexual: la cirugía, la quimioterapia, la hormonoterapia; y las pacientes han de saber que a día de hoy tenemos muchas formas de mitigar esos efectos secundarios.

– ¿Cómo ha visto que afecta el cáncer de mama a los hombres? 
– En primer lugar, con mucha sorpresa. Todavía hay muchos hombres que piensan que el «cáncer de mama es cosa de mujeres» o que ellos no lo pueden padecer y, aunque es mucho más infrecuente, también les puede afectar.

– Ha estado en hospitales de Madrid y de Suiza. ¿Qué puntos fuertes y qué defectos observa en el de León? 
– Como puntos fuertes creo que trabajamos muy bien en equipo. Hay, en general, menos individualismos y egos que alimentar. Tenemos muy claro que el paciente está en el centro de nuestro trabajo. Por otro lado, la dispersión geográfica de nuestra provincia es un problema y una incomodidad para muchos pacientes. No le veo defectos a nuestro Hospital con respecto a los grandes hospitales de Madrid o Barcelona. Creo que podemos sentirnos orgullosos de la medicina que hacemos y de los medios con los que contamos. Tenemos máquinas excelentes en Radiodiagnóstico, Medicina Nuclear o Radioterapia, contamos con las técnicas más punteras en Anatomía Patológica y con profesionales que se preocupan de mantenerse actualizados para ofrecerle lo mejor a sus pacientes.

–  ¿Cómo profesional, qué medidas reivindica para solucionar la falta de oncólogos en El Bierzo? 
– En Oncología, como en muchas otras especialidades, estamos empezando a sufrir el déficit de profesionales con la sobrecarga que eso conlleva para los que estamos trabajando. El problema del Hospital El Bierzo es tan profundo como complejas son sus soluciones; me consta que las autoridades sanitarias están trabajando para solucionarlo y ojalá así sea por el bien de su población.

– ¿Vamos en el Hospital de León también hacia un escenario similar? 
– No, yo creo que no; pero no está mal mirar hacia alrededor para aprender y empezar cuanto antes a captar profesionales aquí y fidelizarlos.

 ¿Qué es lo que más ha aprendido de los pacientes en sus años de trabajo? 
– Que la vida es un suspiro, que nos preocupamos por tonterías todos los días, que a veces lo urgente no deja espacio a lo importante…Tantas cosas aprendo yo de mis pacientes todos los días… Que hay que dejarse cuidar, que no todos reaccionamos igual ante un problema, que todos necesitamos ayuda alguna vez, que cuando no podemos cuidar debemos siempre saber acompañar... Y un sinfín de cosas más. De hecho una de las cosas más bonitas de mi trabajo es poder aprender de mis pacientes cada día, soy afortunada.

– ¿Y cómo gestiona las emociones sin llevar a casa la tristeza que pueda haber en su trabajo? 
– En mi trabajo hay tristeza pero también muchas alegrías; aunque no puedas hacer nada por salvar la vida de un paciente sí puedes en ocasiones quitarle el dolor, o conseguir que acuda a la boda de su hija o echar un baile. Las alegrías también hay que saber verlas y apreciarlas. En cuanto a tu pregunta, a mí me cuesta muchísimo, soy de las que se lleva las preocupaciones por fuera de la puerta del Hospital, que se emociona con sus pacientes y que me cuesta desconectar. Creo que es fundamental tener una buena red fuera del trabajo, con hobbies, tiempo libre, familia y amigos.

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