Desde la Asociación de Ganaderos Montaña de León Arsenio Rodríguez lamentaba la falta de comunicación y de información. La valoración es negativa, dejando no incertidumbre en el sector, sino ab ocándolo a su desaparición, «muchos tendrán que abandonar, ya ni pensar en que entre nadie nuevo», y es que solo en la montaña leonesa, las cifras apuntan a que la medida afectará al «80 ó 90% de los ganaderos». Consideran «muy curioso que el que provoca el problema a los dos días salga diciendo que tiene la solución. Una solución que… ¿dónde está?, una solución que pusieron la OPA y la Junta, que no la sabe nadie. Nadie nos ha dicho nada».
Los plazos apremian, y es que normalmente los ganaderos tramitan las ayudas de la PAC entre el 1 de marzo y finales del mes de abril, pero con este panorama en ciernes, no saben cómo hacerlo. «Nos dicen que este año va a quedar así, que traducido sería ‘no te mato hoy, tranquilo que te mato ya mañana’. Es lo que están diciendo, y es todo un suponer, porque en claro no sabemos ni tenemos nada». En este sentido, hablaba de un «recorte brutal a 15 días de hacer la PAC», alegando que «¿alguien me puede explicar cómo van a hacer los ganaderos la PAC sino saben de antemano lo que tienen?».
Hablan de un «ninguneo brutal», argumentando que nadie sabe el porqué de esta decisión. «Solo nos queda luchar, la Asociación de Ganaderos de la Montaña de León nos consideramos dialogantes, pero todo tiene un límite, y ahora mismo lo estamos rozando porque se están tomando medidas que no entendemos». Suponen que todo esto viene de una sanción de Europa, pero entienden que lo lógico sería sentarse a hablar y entender por qué es la multa y cuáles podrían ser las soluciones, no solo «ordeno y mando».
El futuro de la ganadería en extensivo se plantea más que negro. «Nos están diciendo, sin decirnos nada, que no somos viables». Sin embargo, se recuerda que «hace cuatro días ha venido una organismo como la FAO y nos ha dicho que somos sostenibles y que los alimentos que ofrecemos son de altísima calidad. ¿Cómo se entiende eso? No tiene sentido. No lo decimos nosotros. Todo el mundo dice que somos muy validos contra incendios, contra la despoblación, con el mantenimiento de paisaje y ecosistemas… y luego con estas medidas nos dicen, a la calle todos».
El jueves habrá una reunión en Riaño con viceconsejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Pedro Medina, para entender en qué situación está el sector.
Un «ataque frontal»
Este mismo martes, la Alianza UPA-COAG señalaba en un comunicado que siguen esperando a que el viceconsejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León responda a la petición formal que le remitieron para mantener una reunión. Aseguran que el 1 de marzo «comienza el periodo de solicitud de la PAC 2023 y el Gobierno regional sigue sin aclarar si se mantendrán los coeficientes anteriores, o si va a dar el visto bueno a la destrucción de miles de hectáreas de superficie que otros años eran potencialmente subvencionables y que, en esta campaña, dejan de serlo por las nuevas capas del SIGPAC».
Para la Alianza UPA-COAG se trata de «un ataque frontal a la ganadería extensiva de nuestra región que no se atiendan las peticiones de nuestra organización, que son las del conjunto de profesionales del sector, y que se meta un `tijeretazo´ brutal sin sentido alguno a la ‘superficie admisible’, y por lo tanto a muchas de las hectáreas que hasta ahora estaban catalogadas a todos los efectos para el cobro de las ayudas europeas, y que en la PAC 2023 quedarán sin recibir ayudas».
Argumentan que hay zonas, en las que ganaderos «pueden ver reducida la superficie de pastos en las juntas vecinales en un 30, 40, 50 e incluso en un 80 %, por lo que estaríamos hablando de perjuicios muy severo».
Por ello, reclaman a la administración regional que «no mire para otro lado y que deje de actuar con absoluta pasividad y pasotismo en un tema que preocupa tanto a los ganaderos», y esperan que «se nos dé una respuesta inmediata para mantener la interlocución necesaria con el director general de la PAC y con el viceconsejero de Agricultura, donde exigiríamos a la administración regional que rectifique».
Incertidumbre y desánimo
El pasado 14 de febreroAsaja enviaba una carta alFEGA para denunciar la reducción de la superficie de pastos. En la misiva indicaban que «se produce una modificación en multitud de parcelas y recintos, siempre a la baja, reduciendo los coeficientes y por lo tanto detrayendo miles de hectáreas –o quizás decenas de miles de hectáreas- de superficie que no va aser subvencionable». Asimismo, añadía que «esta situación va a ocasionar un enorme quebranto económico a centenares de explotaciones de ganado vacuno, ovino, caprino y equino de la provincia de León, va a impedir el crecimiento de las explotaciones, va a expulsar a jóvenes incorporados en años anteriores, va a frenar la incorporación de nuevos jóvenes en las áreas de montaña, y va a sumir en la incertidumbre y el desánimo a muchos profesionales».
La organización agraria argumentaba que «los pastos no han empeorado en los últimos años, pues al contrario, el aprovechamiento más intensivo y las actuaciones de desbroces los han mejorado, por lo que no entendemos que se haya hecho una revisión de los mismos y que consecuencia de ello se haya reducido su admisibilidad, como tampoco entendemos que se haya hecho sin dar audiencia a los ganaderos que los utilizan ni a los propietarios de los terrenos».
Una «reducción drástica»
La pasada semana, asociaciones de ganaderos, ayuntamientos y juntas vecinales así como la Plataforma Contra la Modificación del Coeficiente de Admisibilidad de Pastos CAP (ahora denominado Coeficiente de Subvencionabilidad CSP) mostraban su «total disconformidad» con la «reducción drástica» sufrida en las zonas de montaña de la superficie de pastos con derecho a cobrar ayudas de la PAC 2023.
«En defensa de las zonas rurales, de un sector ya suficientemente castigado como es el de la ganadería y, sobre todo, luchando por el futuro de los pocos jóvenes que quedan en la zona, exigimos que las administraciones correspondientes actúen con celeridad, mantengan las superficies de pastos disponibles con posibilidad de cobro de ayudas establecidas en 2022 y propongan mejoras para los ejercicios futuros, dejando claro que esto no puede ser un parche puntual ya que dejaría en la más absoluta ruina a todos los jóvenes, mujeres y hombres, incorporados en los últimos tiempos, así como los que han resistido, en la más absoluta ruina», sentenciaban.
En este sentido, señalaban que «no se puede jugar a hablar de desarrollo rural para a continuación dar estos varapalos y crear estas incertidumbres a las personas que hemos estado animando para que expongan su trabajo y recursos en esto que nos gusta llamar fijar población en el medio rural».
Ante esta situación, pedían a la Junta de Castilla y León «un esfuerzo importante en servicultura y limpiezas silvopastoriles y queremos aclarar que en estas zonas de montaña el ganado no tiene ningún problema para pastar y que se requiere de un trabajo serio y riguroso por parte de la Junta en coordinación con el FEGA para que se cumpla la normativa europea y evitar las sanciones a las que reiteradamente tiene que hacer frente».
Además, anunciaban que «no dudaremos en sumarnos a cuantas protestas, manifestaciones u otras propuestas sean convocadas a fin de defender los derechos de los pueblos y de las explotaciones ganaderas».