Encabezados por una cosechadora y acompañados por un tractor y un remolque desde el que han ido tirando maíz, los integrantes de la Unión de Campesinos de León han protagonizado este viernes una manifestación que ha arrancado desde el Palacio de los Deportes y ha pasado por la Subdelegación del Gobierno y la Delegación Territorial de la Junta.
El motivo fundamental de la protesta pasaba por mostrar el rechazo de agricultores y ganaderos a la nueva PAC, que les ha hecho perder el 25% de la renta que venían cobrando por sus derechos debido a nuevos requisitos que creen que no tienen sentido en una provincia que tiene tierra, agua y profesionales, según explica el presidente de la Unión de Campesinos de León, Juan Antonio Rodríguez.
“Tenemos condiciones obligatorias que cumplir como el barbecho, pese al regadío que hemos modernizado con dinero de los agricultores y de la administración, o como la rotación del maíz, que no la entiende nadie. Un maíz que es mucho más beneficioso que cualquier otro cultivo cuando hay que hablar agronómicamente, puesto que recupera mucho más carbono y es mejor para el terreno, porque lo esponja y genera mucha mejor materia orgánica, pero dicen que tenemos que rotarlo. Fijaos si es aberración que un ganadero que tiene 20 hectáreas y las dedica al autoconsumo sembrando ocho de forraje y doce de maíz ahora la PAC le dice que no puede maíz, que en vez de defenderse con su explotación tiene que comprarle el maíz a otro”, ha lamentado el presidente de la Unión de Campesinos de León.
Consideran además que la nueva PAC es “engañosa” y tiene “exceso de burocracia”, por lo que los profesionales tienen que estar más tiempo haciendo papeles que trabajando en el campo. Y defienden además desde la Unión de Campesinos de León que es especialmente perjudicial para los ganaderos por la reducción de la superficie de pastos a raíz de los datos que proporciona el satélite y a los que Rodríguez restra credibilidad.
Esta semana han mantenido reuniones con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta con el fin de tratar de subsanar estas cuestiones a través de un documento que se va a presentar al Gobierno, que tendrá que llevar a su vez en marzo a Bruselas sus propuestas para que sean evaluadas antes de que puedan entrar en vigor, o no, en 2025.
Pero no es sólo la nueva PAC lo que ha llevado a la Unión de Campesinos a tomar las calles de León. También rechazan nuevas leyes como la que persigue la restauración de la naturaleza, que va a suponer la reducción de numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas, o la que busca el bienestar animal.
“Es para asustarnos todos, porque lo que pretende a medio plazo es por ejemplo que una explotación avícola que ahora mete 140.000 pollos en una crianza pase a criar 60.000. ¿Qué significa esto? Que dentro de unos años el pollo, en vez de estar a tres o cuatro euros, va a estar a 15 o 18 y mucha gente no va a poder comerlo”, ha aseverado Rodríguez.
Por su parte, el coordinador autonómico de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, ha explicado que esta protesta será la primera de muchas y ha considerado una “absurdez” la rotación de cultivos en León, que va a hacer peligrar las cuentas de muchas explotaciones y que tendrá efectos negativos para el medio ambiente, puesto que habrá que comprar el maíz y otros cultivos a otros países con las emisiones contaminantes que conlleva su transporte.
“Parece que estas leyes quieren cargarse la agricultura y la ganadería en vez de favorecer el medio ambiente, porque ni siquiera aportan nada nuevo ni nada que mejore nuestro entorno desde ese punto de vista. Esto se hace desde un despacho a 4.000 kilómetros y sin tener ni idea de la realidad y por eso pedimos que nos escuchen y negocien las cosas. Vamos a hacer otra PAC que sea más medioambiental pero que no suponga una pérdida de productividad y de competitividad y que no desmantele la agricultura y la ganadería”, ha detallado González Palacín.
En definitiva, la Unión de Campesinos de León reclama que se les tenga en cuenta para que las medidas que se toman y las leyes que se aprueban por parte de las administraciones no sean un “café para todos” sin tener en cuenta las particularidades de cada territorio.