Tras varios años cerrado, el deterioro en las instalaciones es más que evidente. "Hay humedades, y es lo primero que hemos acometido, intentado ‘parchearlo’ un poco», señalaba. Con la pandemia por el coronavirus Covid-19 latente, no está en los planes de este matrimonio emprendedor que el antiguo colegio empiece a desarrollar su nueva actividad de cara a este verano, pero "si hemos pensado en quizá hacer algo como una jornada de puertas abiertas, hemos visto en redes la nostalgia que generan los vídeos, y estaría bien poder hacer algo así".
Deterioro por el cierre aparte, entre sus paredes Sergio y Covadonga han hallado la esencia de ese colegio de siempre marcada en los colores de sus paredes, en la estructura de las aulas, en los pupitres… "Se fueron y casi dejaron los bolígrafos sobre la mesa, aquí hay pianos, instrumentos de música, una biblioteca con más de 10.000 libros, vídeos en VHS de fiestas del colegio… Mucho material". Toda la esencia de esas clases por las que durante años pasaron generaciones y generaciones de escolares de la comarca. A las instalaciones del propio colegio con aulas y patios, se suma la parte que se dedicaba a la residencia de las propias hermanas Carmelitas. En total, unos 3.000 metros cuadrados.
¿Qué llevó a este matrimonio a emprender esta aventura? ¿Qué vinculación tienen con la zona? Sergio Fernández-Llamazares Escudero explicaba a La Nueva Crónica que "fui presidente del Aros Baloncesto, y Moses siempre hacía en verano un campus en el colegio de los Maristas, al lado, y siempre me gustó el pueblo, a media de León, la vinculación con la mina…". La casualidad también quiso que este emprendedor tuviese una relación personal –compañeros de colegio- con uno de los administradores concursales de la Hullera, se pusieran a ver qué propiedades había en venta, y comenzara esta andadura.
Un sueño ambicioso que acaba de empezar con muchas ilusiones puestas. Ahora, toca estudiar todas las posibilidades, y como no, las posibles líneas de financiación para que este colegio recupere parte de su esencia y no caiga en el olvido. Por ello, una de las puertas a las que prevén llamar es a líneas se subvención de entidades como la Junta de Castilla y León para que "encajen todas las piezas" y el sueño despegue.
55 años educando a los hijos de los mineros
El Colegio Santa Lucía comenzaba su andadura en el año 1958, siendo la empresa minera Hullera Vasco-Leonesa la impulsora de estas instalaciones educativas que daban servicio a los habitantes de la comarca. Vecinos de la localidad colaboraron con su puesta en marcha cediendo los terrenos para su construcción. Abría sus puertas bajo el nombre 'Nuestra Señora del Camino' y, aunque inicialmente se trataba de un centro solo femenino para las hijas de los mineros de la Hullera, años más tarde pasó a ser un colegio mixto para niños y niñas de toda la comarca.
En octubre de 2008 el colegio celebraba por todo lo alto su medio siglo de vida con la edición de un libro en el que se recogen las vivencias y recuerdos de profesores y ex alumnos, conferencias, fotografías, jornada deportiva, mesa redonda, eucaristía, comida de hermandad o concierto coral.
En el año 2013 el centro cerraba sus puertas. La profunda crisis de la Hullera unida a la falta de alumnos propiciaba que la Junta de Castilla y León denegase el concierto para el curso escolar 2013/14.