Rodillazo, en el municipio de Cármenes, es uno de esos pueblos de la provincia condenado a ser pasto de reportajes de dos tipos diferentes. Prototipo de la manida España Vaciada y también en los reportajes de nombres curiosos de pueblos.
La verdad es que merecidos. Los de la despoblación porque desde hace unos años es uno de esos que se queda vacío en invierno, nadie permanecía en sus casas... hasta que hace un par de años llegó hasta allí César Prieto, un joven leonés afincado en Madrid que «recordaba siempre como una experiencia muy gratificante mis paseos en bicicleta por esta comarca... Cuando vi la posibilidad de hacerme con una casa no lo dudé, aquí he pasado el invierno como único vecino, aunque con frecuentes visitas al pueblo de otros vecinos que tienen casa aquí y muchos caminantes que vienen a hacer la ruta del Valle del Marqués, sin duda una de las más bellas de la provincia».
La presencia de César en Rodillazo propició las visitas de su padre, Luis Prieto, también leonés afincado en Madrid y un destacado artesano de la construcción, Luis Prieto Prieto. Baste señalar que, entre otros muchos reconocimientos, Luis Prieto ha sido galardonado por el financiero y filántropo norteamericano Richard H. Driehaus. Las restauraciones de Prieto pueden verse en numerosos edificios históricos de Madrid.
Esta ‘conexión’ leonesa de los Prieto ha propiciado la celebración en la localidad leonesa de un segundo curso de albañilería tradicional sobre suelos de cal y de yeso en la localidad, al que asisten unas 15 personas venidas de México, Menorca, Andalucía o Madrid, atraídos por el prestigio del maestro Luis Prieto.
El curso lo organiza (desde este jueves hasta el domingo) la asociación La Montaña habitada, radicada en el pueblo despoblado de Rodillazo, y que promueve la revitalización de espacios de montaña cómo éste «a través de la recuperación de los oficios, los materiales y la estética de la construcción tradicional», señalan en su comunicado.
Prieto impartirá el curso acompañado de Alejandro Ciudad Gallardo, albañil experto aplicador de suelos de cal y yeso, que trabajarán ‘en directo’ durante estas tres jornadas.
Una novedad para esta localidad acostumbrada al silencio y la soledad en sus calles. Quince visitantes es todo un mundo para quienes se acerquen.