La Dirección General de Tráfico (DGT) ha hecho público el balance definitivo de 2022 y en el caso de las carreteras de la provincia de León refleja un total de 91.734 sanciones, lo que representa una media ligeramente superior a 250. Este dato supone además un repunte de un 13,5% en comparación con las 80.774 multas del año 2021, lo que dejaba entonces una media diaria de 221.
Además, el dato de 2022 es el más alto de los registrados en los últimos nueve años, tal y como puede comprobarse en las tablas que acompañan a esta información. Se consolida también la tendencia al alza con dos años consecutivos que llegan después de cuatro años en los que se habían registrado descensos en el número de leoneses ‘cazados’ por un radar cuando superaban la velocidad máxima establecida o por una patrulla superando la tasa de alcohol permitida, sin llevar el cinturón de seguridad puesto o cometiendo cualquier otro tipo de infracción de las que están tipificadas en las normas de circulación.
En este sentido, la estadística que facilita la DGT incluye datos disgregados en función de los preceptos infringidos por los conductores. Y pisar demasiado el acelerador es con mucha diferencia la principal causa de sanción en la provincia. El trabajo de los radares fijos y móviles en las carreteras leonesas supone siete de cada diez expedientes. Son concretamente 66.411, de los que 50.585 corresponden a dispositivos de control de velocidad fijos que hay en la provincia de León y 15.826 a los móviles.
Vehículos sin ITV
Llama la atención que después del exceso de velocidad, la segunda causa más habitual por la que son multados los leoneses es no tener en regla la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Fueron concretamente 8.325 las multas impuestas el pasado año por este motivo.Por detrás se sitúan los 2.033 leoneses que fueron sancionados por no tener el vehículo asegurado y los 1.600 que conducían sin tener carné en vigor o con el saldo de puntos agotado.
Y con cifras ya un poco inferiores están las infracciones las sanciones impuestas por superar la tasa de alcohol permitida al volante (1.314). y las derivadas de infracciones a la hora de parar en la vía pública o de aparcar el vehículo, que se saldaron durante el pasado ejercicio con un total de 1.256 multas en la provincia de León.
Otro de los datos llamativos es que a estas alturas haya aún 1.250 leoneses que hayan sido multados por no llevar el cinturón abrochado y en la estadística que proporciona la DGT destaca también el número de sanciones derivadas del quebrantamiento de la obligación legal de identificar al conductor de un vehículo que comete una infracción en caso de que no fuese su titular. El año pasado fueron 1.045.
También hubo 940 leoneses que fueron ‘cazados’ por conducir manejando el teléfono móvil, una infracción que se ha situado en los últimos años como una de las principales causas de muerte en las carreteras leonesas.
El listado que facilita la DGT continúa con las multas referidas a la documentación del vehículo (805) y las impuestas por conducir tras haber consumido droga (553) o por tener los neumáticos en mal estado (449).
Por detrás se sitúan las sanciones impuestas a aquellos leoneses que muestran un comportamiento indebido cuando son parados en un control en carretera (439) o que condicen de manera temeraria o negligente (373).
No respetar un ceda el paso o un stop (364) y la mala utilización del alumbrado (239) figuran también en una estadística en la que la desobediencia a las señales de tráfico o a las indicaciones de los agentes aportó 222 sanciones.