El nuevo edificio de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León (Scayle) toma forma. Este lunes se ha organizado una visita institucional a las obras en un solar cercano a la actual ubicación del centro de supercomputación en el Campus de Vegazana. Las previsiones apuntan a que la infraestructura se encuentre operativa en el último trimestre del año.
El consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, y la directora de Scayle, Hilde Pérez, han comprobado de primera mano los avances de estas obras que se iniciaron el pasado abril acompañados por representantes de la Universidad de León, la Delegación Territorial de la Junta y Somacyl. La máxima responsable del centro de supercomputación ha considerado que las obras "avanzan adecuadamente" y que se espera cumplir con el plazo de ejecución de 18 meses.
Según ha explicado Elena Vilor, arquitecta de Incosa, el edificio "consta de tres volúmenes". Así, la parte central contará con una recepción y un auditorio, otra se destinará a los usos administrativos y una tercera albergará las salas con el supercomputador.
Sin embargo, a pesar de la proximidad física, la mudanza desde Vegazana no será una tarea sencilla. Sanz Merino considera que para que Caléndula no deje de prestar servicio esta migración será "una labor delicada que se va a extender en el tiempo". "Dada la singularidad de esta infraestructura científica y técnica, va a ser un proceso ciertamente delicado y largo porque tenemos que seguir trabajando y dando servicio", ha valorado el consejero.
Apuesta por el talento
La nueva sede de Scayle en León también servirá para incrementar de manera significativa el empleo. En una reciente entrevista concedida a este periódico, Hilde Pérez cifraba en una veintena los investigadores que operan en las actuales instalaciones en la Universidad y ya apuntaba a una ampliación. Según ha informado Sanz Merino este lunes, la plantilla llegará a un centenar en el presente mandato.
Un personal de "muy alta cualificación" para el que desde la Junta y Scayle quieren ayudar a retener el talento. En este sentido, consideran que unas "mejores instalaciones y elementos auxiliares" en la infraestructura de Scayle ayudarán a que los profesionales de la supercomputación puedan desempeñar mejor su trabajo.
La administración autonómica tiene previsto invertir en el presente mandato unos 20 millones de euros en Scayle, de los cuales tres millones se destinarán al nuevo edificio en la calle Concepción Arenal. "El centro de supercomputación y Caléndula son una de las tres infraestructuras científicas y técnicas singulares que hay en Castilla y León. Son infraestructuras de carácter único a nivel tecnológico, científico y de investigación", ha destacado Sanz Merino.
El segundo de España
De la misma manera, desde la Consejería de Movilidad y Transformación Digital consideran que Scayle ayuda a "significar a León como uno de los polos tecnológicos más importantes" a nivel nacional e internacional. De hecho, lo posicionan como el segundo centro de España por su capacidad.
Sanz Merino ha destacado proyectos de Scayle como un convenio firmado recientemente con la Unidad Militar de Emergencias para la creación de simulaciones que ayude en los rescates, como ya se venía haciendo con la lucha contra los incendios o con las predicciones meteorológicas. Igualmente, ha puesto en valor Bioscayle y sus iniciativas en materia de genómica.
Este nuevo edificio de Scayle, que verá la luz en este 2025, se presenta como punta de lanza del hub tecnológico de León. La creación de empleo y la importante inversión económica convierten a la supercomputación en uno de los ejes principales sobre los que pivota un sector TIC que sigue creciendo.